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Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version (2022)

Chapter: 2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas

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Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas

Este capítulo proporciona una descripción general amplia de los usos actuales de las fuentes radiactivas y analiza los factores que afectan los riesgos de seguridad tecnológica y física asociados con el uso de estas fuentes, las funciones y responsabilidades dentro del gobierno y otras organizaciones para reducir estos riesgos, y los esfuerzos para hacer un seguimiento de las fuentes radiactivas y eliminarlas al final de su vida útil.

2.1 APLICACIONES DE LAS FUENTES RADIACTIVAS

Las fuentes radiactivas tienen muchos usos beneficiosos en una variedad de aplicaciones médicas, de investigación y comerciales tanto dentro de los Estados Unidos como en otros lugares. En el campo de la medicina, las fuentes radiactivas se utilizan para la irradiación de la sangre a fin de prevenir la enfermedad de injerto contra huésped asociada a las transfusiones y en la terapia oncológica para tratar tumores al irradiarlos desde afuera del cuerpo (en la terapia de haces externos y la radiocirugía estereotáctica) o desde adentro del cuerpo (en la braquiterapia de alta tasa de dosis). En el campo de la investigación, las fuentes radiactivas se utilizan para tratar células, tejidos o animales experimentales pequeños para progresar en el conocimiento sobre radiobiología, hematología y otras ramas de la medicina. Las aplicaciones comerciales incluyen la esterilización para eliminar microorganismos en dispositivos médicos y productos para la atención médica, para extender la vida útil de productos alimentarios y agrícolas, para eliminar bacterias dañinas y una variedad de microorganismos y para manejar la reproducción de insectos o plagas. Otras aplicaciones comerciales incluyen la radiografía industrial para visualizar estructuras y detectar defectos, el registro de pozos para explorar la estructura y la composición de las rocas y los fluidos en el subsuelo y para medir propiedades petrofísicas fundamentales, medidores industriales para medir el espesor, la densidad o el nivel de llenado de un producto, y generadores termoeléctricos de radioisótopos (radioisotope thermoelectric generators, RTG) para alimentar sistemas a los que no se puede acceder fácilmente. Estas aplicaciones se analizan con cierto detalle en los Capítulos 4 a 6.

Los radioisótopos utilizados más comúnmente en aplicaciones médicas, de investigación y comerciales que se analizan en este informe son el cobalto-60, el cesio-137, el iridio-192 y el americio-241. Aproximadamente el 90 por ciento de la actividad de estos radioisótopos (en particular, el cobalto-60 y el cesio-137) se utiliza en fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 para radioterapia, irradiación de la sangre, investigación, esterilización y otras aplicaciones industriales. La mayor parte del resto de la actividad de estos radioisótopos se utiliza en fuentes de Categoría 3 para registro de pozos, braquiterapia de alta tasa de dosis, medidores industriales y otras aplicaciones.

Desde la revisión anterior realizada por las Academias Nacionales de las aplicaciones de las fuentes radiactivas (NRC, 2008), no han surgido nuevas aplicaciones de las fuentes radiactivas de Categoría 1 y Categoría 2. Si bien las fuentes de Categoría 3 no se examinaron en el informe anterior de las Academias Nacionales, tampoco han surgido nuevas aplicaciones de estas fuentes. Sin embargo, una aplicación de las fuentes de Categoría 1, los RTG para energía terrestre, se ha eliminado gradualmente. Los RTG continúan utilizándose en aplicaciones espaciales (ver la Sección 6.5).

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2.2 CARACTERÍSTICAS DE LAS FUENTES RADIACTIVAS Y RIESGOS DE SEGURIDAD TECNOLÓGICA Y FÍSICA

Las fuentes radiactivas plantean riesgos de seguridad tanto tecnológica como física. Los riesgos de seguridad tecnológica incluyen fallas, daños, errores humanos y otros actos involuntarios que podrían provocar como resultado exposiciones accidentales a la radiación. Los riesgos de seguridad física involucran robo, sabotaje y otros actos maliciosos, incluida su incorporación en un dispositivo de dispersión radiológica (RDD) que podría provocar como resultado exposiciones intencionales a la radiación. Los acontecimientos radiológicos que involucran actos involuntarios o intencionales, según el escenario y la magnitud, pueden llevar a una variedad de efectos adversos para la salud y socioeconómicos. El nivel de exposición de las personas dependería de muchos factores, como la forma física y química del material radiactivo utilizado en el RDD y la proximidad de las personas al acontecimiento. Por ejemplo, las personas en la proximidad inmediata de un RDD podrían morir o resultar heridas por la explosión, y probablemente solo unas pocas personas sufrirían efectos deterministas en la salud, como una enfermedad aguda por radiación o quemaduras por radiación. Podrían ocurrir lesiones y muertes adicionales debido al caos durante las evacuaciones de las áreas afectadas. Los acontecimientos radiológicos también tienen el potencial para causar efectos estocásticos, como el desarrollo de cánceres futuros debido a la exposición a la radiación y efectos duraderos en la salud mental debido a la exposición percibida o real a la radiación. Además, los RDD tendrían graves impactos socioeconómicos como resultado de la contaminación de estructuras y la tierra, y la subsiguiente denegación del acceso al área.

En principio, los riesgos de seguridad tecnológica y física se pueden evaluar mediante un trío de riesgos: ¿Qué puede salir mal? ¿Cuán probable es que salga mal? y ¿cuáles son las consecuencias si efectivamente sale mal? (Kaplan y Garrick, 1981). Responder a estas preguntas para acontecimientos de seguridad física generalmente plantea mayores desafíos que responderlas para acontecimientos de seguridad tecnológica, porque es difícil determinar la probabilidad y las consecuencias de actos malévolos. Específicamente, para la caracterización y la cuantificación de la probabilidad de actos terroristas, se desconoce el universo de actores malévolos y, por lo tanto, es difícil evaluar las motivaciones, intenciones y capacidades de estos actores. Además, a diferencia de los acontecimientos adversos de seguridad tecnológica, las probabilidades de que ocurran varios acontecimientos de seguridad física involucran incertidumbres estratégicas en el sentido de que los actores malévolos pueden modificar sus acciones en respuesta a medidas de defensa.1

El Código de Conducta para la Seguridad Tecnológica y Física de las Fuentes Radiactivas del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ayuda a las autoridades nacionales a crear y fortalecer las infraestructuras normativas para que las fuentes radiactivas se utilicen dentro de un marco apropiado de seguridad radiológica tanto tecnológica como física (OIEA, 2004). Además, el OIEA ha identificado la necesidad de que los Estados miembro realicen una evaluación de amenaza para el material radiactivo, las instalaciones asociadas y las actividades asociadas en función de la inteligencia disponible, la aplicación de la ley y la información de acceso público (OIEA, 2019d). El OIEA no analiza la probabilidad de que existan amenazas, pero alienta a los Estados miembro a establecer amenazas representativas para su análisis o para identificar amenazas basadas en el diseño. El OIEA ha elaborado una serie de documentos sobre la seguridad física de los dispositivos y las instalaciones que utilizan radioisótopos.2

Como se señaló en el Capítulo 1, en los Estados Unidos se estableció el Equipo especial de trabajo Interinstitucional sobre Protección y Seguridad de las Fuentes de Radiación para evaluar y proporcionar recomendaciones al Presidente y al Congreso relacionadas con la seguridad física de las fuentes radiactivas frente a posibles amenazas terroristas. Además, varios organismos federales, incluida la Comisión Reguladora Nuclear de los EE. UU. (U.S. NRC, 2020a), el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, 2017), la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA, 2017) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC, 2014), han desarrollado pautas de preparación y respuesta ante emergencias relacionadas con los RDD.

El comité identificó ocho características de las fuentes radiactivas que afectan la probabilidad de que una fuente esté involucrada en un acontecimiento radiológico y la gravedad probable de las consecuencias de ese acontecimiento. En términos generales, las características que afectan a los riesgos de seguridad tecnológica relacionados con las fuentes radiactivas también afectan los riesgos de seguridad física asociados con estas mismas fuentes. Las características son las siguientes:

  1. Actividadtotalde la fuente radiactiva. Esta característica es el factor principal para definir las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 como fuentes de alto riesgo, porque afecta su potencial para causar un daño determinista. También afecta el potencial de una fuente para causar un daño estocástico, contaminación y la denegación de acceso al área. Las fuentes de alta actividad son el enfoque principal de los organismos reguladores para reducir

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1 Durante la última década, se ha estado considerando el análisis de riesgos y la toma de decisiones sobre cuestiones de seguridad física. La U.S. NRC ha llevado a cabo reuniones públicas sobre este tema, y hay un resumen de una presentación reciente disponible (U.S. NRC, 2019b). Garrick (2008, Capítulos 2 y 5) ofrece enfoques para cuantificar los acontecimientos de riesgo terrorista.

2 Se proporciona una lista completa en el sitio web del OIEA, https://www.iaea.org/publications/search/type/implementing-guides.

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  1. los riesgos de seguridad tecnológica y física. Sin embargo, las fuentes de Categoría 1, como los irradiadores panorámicos que contienen las fuentes de actividad más alta disponibles en aplicaciones comerciales, se instalan en dispositivos inmóviles de gran tamaño dentro de instalaciones especialmente diseñadas y, por lo tanto, es más difícil acceder a ellas y retirarlas. Además, las fuentes mencionadas anteriormente podrían causar daños inmediatos o en el futuro cercano a la persona que las manipula, lo que las convierte en un objetivo de robo poco probable, a menos que la fuente esté adecuadamente blindada mientras se retira y transporta.
  2. Vida media del radioisótopo contenido en la fuente. La vida media dicta la escala de tiempo del riesgo. Las fuentes radiactivas con vidas medias en el orden de horas a minutos o menos pueden presentar riesgos graves para la persona que las manipula o para cualquier persona en la proximidad de dichas fuentes, pero debido a que se desintegran rápidamente, no contaminan las áreas durante períodos de tiempo prolongados. Las fuentes radiactivas con radioisótopos de vida muy prolongada (p. ej., miles de años) son menos activas. Los radioisótopos que son el foco de este informe y son las fuentes de Categoría 1, 2 y 3 utilizadas con más frecuencia (cobalto-60, cesio-137, iridio-192, americio-241 y selenio-75) tienen vidas medias que oscilan entre 74 días y 432.7 años y son candidatos atractivos para su uso malintencionado debido a su potencial para contaminar áreas durante largos períodos de tiempo y causar la denegación del acceso a esas áreas. Las consecuencias a largo plazo de un acontecimiento que implique la pérdida de control del cesio-137 con una vida media de 30.17 años causarían una denegación del acceso al área por un tiempo mucho más prolongado que el iridio-192, con una vida media de 74 días.
  3. Formas físicas y químicas y dispersabilidad de las fuentes radiactivas. Los polvos, una forma típica del cesio-137, son más fáciles de aerosolizar y dispersar que las pastillas sólidas, una forma común del cobalto-60. Las fuentes más dispersables pueden provocar potencialmente una mayor contaminación externa de personas y estructuras y la denegación del acceso a áreas más grandes. Por consiguiente, los costos de remediación, especialmente si los radioisótopos involucrados se diseminan en las superficies de los edificios, serán más altos. Además, es más probable que las fuentes más dispersables provoquen la contaminación interna de las personas expuestas a través de la respiración o la ingestión. Por estos motivos, los gobiernos en todo el mundo han identificado la forma salina del cloruro de cesio del cesio-137 como una amenaza importante si se usa en un RDD, y muchos están tomando medidas para reducir o eliminar su uso en fuentes radiactivas utilizadas en aplicaciones médicas, de investigación y comerciales.
  4. Agregación de fuentes hasta alcanzar la Categoría 1 o Categoría 2. Si bien algunas fuentes individuales pueden tener una actividad baja, si se agregan muy cerca unas de otras en un solo lugar de almacenamiento o uso, su actividad total puede ser mayor y, por lo tanto, plantear riesgos de seguridad tecnológica y física mayores. Varias fuentes en diferentes entornos son vulnerables a la agregación. Estas fuentes suelen ser portátiles y pueden incluir fuentes de braquiterapia de alta tasa de dosis, así como fuentes utilizadas en la radiografía y el registro de pozos. El OIEA, la U.S. NRC y otros organismos y organizaciones reconocen los riesgos relacionados con la agregación de fuentes. Por ejemplo, la U.S. NRC proporciona los requisitos para el programa de protección física para cualquier titular de licencia que posea una cantidad agregada de material radiactivo de Categoría 1 o Categoría 2 en la parte 37 del título 10 del CFR (Código de Regulaciones Federales) (ver la Sección 2.4.1).
  5. Prevalencia de las fuentes. El uso expandido de fuentes crea más posibilidades de accidentes o desviación. En el alcance de este estudio, las fuentes radiactivas más comunes contienen cobalto-60. En 2020, la U.S. NRC informó que el 93 por ciento de las fuentes de Categoría 1 y el 85 por ciento de las fuentes de Categoría 2 contienen cobalto-60. Cuanto mayor es el número de instalaciones que utilizan una fuente, mayores son los riesgos de seguridad tecnológica y física asociados con ese tipo de fuente.
  6. Portabilidad de las fuentes. Las fuentes radiactivas que se instalan en dispositivos inmóviles de gran tamaño que son difíciles de retirar son más seguras que las fuentes que se instalan en dispositivos móviles que se retiran más fácilmente o en dispositivos cuyo uso hace necesario un transporte frecuente y de larga distancia. Las fuentes de cobalto-60, si bien son predominantes, están instaladas casi en su totalidad en dispositivos inmóviles. Sin embargo, las fuentes de iridio-192 utilizadas en aplicaciones de radiografía industrial se instalan en dispositivos móviles y se transportan con frecuencia y requieren un reemplazo frecuente debido a la vida media más corta del radioisótopo. Según las bases de datos de seguimiento de acontecimientos (ver la Sección 2.5.3), las fuentes de iridio-192 utilizadas en aplicaciones industriales contribuyen a la mayoría de los accidentes que involucran efectos deterministas en la salud debido a su portabilidad y vulnerabilidad a los extravíos o las pérdidas. El iridio-192 también es el radioisótopo involucrado sobre todo en las transacciones de fuentes radiológicas en los Estados Unidos debido a su vida media más corta (74 días), que hace necesario que la fuente se reemplace cada 3 a 4 meses. Según la U.S. NRC, alrededor del 97 por ciento de las transacciones de fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 involucran este radioisótopo.3

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3 Margaret Cervera, U.S. NRC, presentación al comité el 11 de junio de 2020.

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  1. Accesibilidad de las fuentes. Las fuentes en instalaciones con acceso restringido pueden ser menos vulnerables que las fuentes en instalaciones que tienen un acceso menos restringido. Por ejemplo, las instalaciones de esterilización industrial limitan el acceso únicamente al personal autorizado, mientras que en las instalaciones médicas y de investigación, normalmente se permite el acceso a visitantes.
  2. Protocolos de seguridad tecnológica y física. La disponibilidad de protocolos de seguridad tecnológica y física, su calidad y eficacia, y el grado de cumplimiento de los mismos, afectan la probabilidad de que ocurran acontecimientos radiológicos. La eficacia de los protocolos depende normalmente de la seguridad física del lugar en el que se utiliza y almacena la fuente radiactiva, así como del nivel de capacitación del personal operativo. Una vez que ha ocurrido un acontecimiento radiológico, la capacidad de respuesta a emergencias disponible a nivel local, así como la capacidad de mitigación que se puede movilizar, afectan las consecuencias del acontecimiento.

Los acontecimientos radiológicos relacionados con la seguridad tecnológica y física pueden ocurrir a lo largo del ciclo de vida del uso de una fuente radiactiva. La Figura 2.1 presenta posibles acontecimientos radiológicos relacionados con la seguridad tecnológica y física en relación con las características de las fuentes descritas anteriormente y proporciona información clave para la evaluación de los riesgos de seguridad tecnológica y física de una fuente de radiación. Para cada tipo de acontecimiento, se hipotetizarían una variedad de sucesos iniciales fuera de lo normal (a partir del paradigma de riesgo: ¿Qué puede salir mal?) y luego se delinearían los modos de falla para definir los resultados. Se realizaría la cuantificación de secuencias de acontecimientos que conducen a estos resultados (a partir del paradigma de riesgo: ¿Cuán probable es?).

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FIGURA 2.1 Características de la fuente de radiación relevantes para los riesgos de seguridad y protección.
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2.3 ACONTECIMIENTOS RADIOLÓGICOS DE SEGURIDAD TECNOLÓGICA Y FÍSICA

Esta sección resume los acontecimientos radiológicos relacionados con la seguridad tecnológica y física que han ocurrido durante los últimos 10 a 15 años, es decir, desde que se publicó el informe de 2008 de las Academias Nacionales. Algunos acontecimientos muy importantes que ocurrieron antes de 2008, incluidos los acontecimientos en Juárez, México (1983); Chernóbil, Ucrania (1986); Goiânia, Brasil (1987); Acerinox, España (1988); y los campos petroleros de Nigeria (2002 y 2004), y que proporcionaron lecciones aprendidas relevantes se describen en otro lugar (ver, p. ej., OIEA, 1988, 1998; NRC, 2008). Más adelante, se proporcionan descripciones breves de los acontecimientos de Mayapuri, India (2010); Fukushima, Japón (2011); Tepojaco, México (2013); y la University of Washington, Estados Unidos (2019).

2.3.1 Mayapuri, India, 2010

En febrero de 2010, se subastó en el mercado de chatarra de Mayapuri, en Nueva Delhi, un irradiador para investigación de la Delhi University que contenía aproximadamente 3,600 Curies (Ci) o 1.33 × 1014 becquerelios (Bq) de cobalto-60. El irradiador se había comprado en 1968, pero no se había utilizado desde 1985 y estaba almacenado en el departamento de química de la universidad. La subasta violó las normas nacionales de protección contra la radiación y seguridad de las fuentes radiactivas.

En el mercado de chatarra, la fuente fue desmantelada por trabajadores que desconocían la naturaleza peligrosa del dispositivo. Siete personas estuvieron expuestas a dosis de radiación que oscilaron entre 0.6 y 6.8 Gray (Gy), y una persona murió. La Junta Reguladora de Energía Atómica de la India y los organismos nacionales de respuesta a emergencias participaron en las operaciones de recuperación de la fuente (OIEA, 2013a). Se recuperaron la totalidad de 16 lápices de cobalto-60, de los cuales 4 se recuperaron intactos y el resto estaban esparcidos en pedazos. El acontecimiento destaca los riesgos asociados con la eliminación inadecuada de las fuentes radiactivas.

2.3.2 Accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, Japón, 2011

El 11 de marzo de 2011, el gran terremoto de magnitud 9.0 del este de Japón seguido de un tsunami inesperado de 15 metros dañó el suministro de energía y el sistema de refrigeración de los tres reactores operativos en la central nuclear de Fukushima Daiichi. Los reactores demostraron ser robustos sísmicamente, pero no pudieron resistir el tsunami. El accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi se considera el peor accidente en una central nuclear desde el desastre de Chernóbil (OIEA, 2015c).

Muchas organizaciones han realizado evaluaciones de la radiactividad total liberada mediante el uso de diferentes modelos. Más recientemente, el Comité Científico de las Naciones Unidas sobre los Efectos de las Radiaciones Atómicas emitió un informe actualizado (UNSCEAR, 2020) sobre los niveles y los efectos de la exposición a la radiación debido al accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, que confirma ampliamente los hallazgos y las conclusiones principales del informe que había publicado anteriormente (UNSCEAR, 2014). Sin embargo, algunas de las dosis que recibió el público según lo descrito en el informe anterior se sobrestimaron. Además, una cantidad considerable de información nueva se estaba volviendo disponible sobre los niveles de radionucleidos en el medio ambiente y, en particular, sobre las concentraciones de radionucleidos liberados en el aire en función del tiempo y de sus formas fisicoquímicas.

En general, se liberó una mezcla de productos de fisión y activación, y actualmente se estiman en 120 petabecquerelios (PBq) en el caso del yodo-131 y en 10 PBq en el caso del cesio-137 (UNSCEAR, 2020). Estas estimaciones son aproximadamente el 7 y el 12 por ciento, respectivamente, de las emisiones correspondientes estimadas para el accidente de Chernóbil de 1986. Gran parte (aproximadamente el 80 por ciento) del material liberado se dispersó sobre el Océano Pacífico, pero una fracción significativa se dispersó sobre el este de Japón continental. Además, hubo emisiones y descargas líquidas directas desde la central nuclear de Fukushima Daiichi al mar en el lugar.

No hubo efectos inmediatos en la salud inducidos por la radiación entre los trabajadores de la central o miembros del público que se atribuyeran al accidente. Las dosis recibidas por los trabajadores involucrados en la respuesta y la limpieza durante los primeros 12 meses después del accidente habían sido de aproximadamente 13 milisievert (mSv), pero un pequeño porcentaje de la fuerza laboral (0.8 por ciento correspondiente a menos de 200 personas) había recibido dosis efectivas superiores a 100 mSv con una dosis efectiva máxima de aproximadamente 680 mSv (UNSCEAR, 2020). Las dosis efectivas anuales en el caso de los trabajadores involucrados en la limpieza han estado disminuyendo desde abril de 2012. Las dosis efectivas en el caso de los miembros del público fueron bajas: las dosis para los adultos evacuados fueron de menos de aproximadamente 6 mSv, y las dosis promedio absorbidas por la tiroides fueron de menos de aproximadamente 15 mGy, en comparación con alrededor de 30 mSv y 500 mGy en el caso del accidente de Chernóbil.

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La exposición de la tiroides a la radiación entre los niños también fue baja en promedio porque la ingesta de yodo-131 fue limitada debido a las evacuaciones tempranas, la administración de yodo estable a los residentes y las restricciones impuestas al agua potable, la leche fresca y los alimentos (Kim et al., 2016). La dosis en la tiroides de algunos niños osciló entre 1 y 15 mGy. A modo de comparación, la dosis promedio para la tiroides entre los niños pequeños expuestos durante el accidente de Chernóbil fue de 1,500 mGy (Samet et al., 2018).

Después del accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, se ofreció un examen por ultrasonido de la tiroides a niños de hasta 18 años como un medio para tranquilizar a los miembros del público y asegurarles que las dosis de radiación recibidas eran bajas y, por lo tanto, los riesgos para la salud también eran bajos. Sin embargo, el examen reveló una cantidad inesperadamente alta de cánceres de tiroides entre los niños examinados (200 casos hasta 2019 de entre alrededor de 300,000 niños examinados) y esto generó la preocupación entre los residentes y el público de que podría deberse a la exposición a la radiación provocada por el accidente. Los hallazgos del examen también generaron preocupación dentro de la comunidad científica y médica acerca del sobrediagnóstico después del examen de detección para la tiroides causado por el uso de tecnología de ultrasonido altamente sensible.

El gobierno de la Prefectura de Fukushima implementó la Encuesta de gestión de la salud de Fukushima para vigilar la salud de las poblaciones afectadas. Por lejos, el efecto más prominente sobre la salud informado en la encuesta son los efectos psicológicos entre los evacuados y los residentes de Fukushima debido a la pérdida de familiares y amigos, casas, empleo y el sentido de comunidad, reubicaciones drásticas y el riesgo percibido para la salud debido a la exposición a la radiación (Suzuki et al., 2015, 2018). Debido a que una parte de la población había sufrido los impactos combinados del triple desastre (un gran terremoto, un tsunami devastador y un accidente nuclear), es difícil evaluar en qué medida los efectos psicológicos observados podrían atribuirse a cada uno por separado (OIEA, 2015c). Para ayudar a abordar estos efectos, el gobierno de la prefectura estableció el Centro de Fukushima para la Atención de la Salud Mental (Fukushima Mental Health Care Center).

Las consecuencias económicas de los desastres naturales y el accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi fueron enormes para la prefectura de Fukushima debido a las graves pérdidas para la agricultura, la producción y el turismo. Las consecuencias económicas también fueron graves para Japón en general, especialmente en los sectores de producción y energía. Durante los últimos 10 años, ha habido un progreso gradual en la reconstrucción económica de Fukushima, que incluye la limpieza del sitio nuclear, pero ha sido un proceso difícil y costoso. El gobierno japonés continúa enfrentándose a decisiones difíciles con respecto a la descontaminación de la central, como el destino del agua contaminada de las actividades de remediación y la extracción y la eliminación de los restos de combustible de los reactores. En abril de 2021, el gobierno japonés aprobó la liberación de más de 1 millón de toneladas de agua contaminada de la central al mar. Se estima que el costo de la limpieza del sitio nuclear alcanzará los 35 billones a 80 billones de yenes (aproximadamente $350 mil millones a $800 mil millones) a lo largo de 40 años (JCER, 2019). Además, a noviembre de 2020, más de 40,000 residentes que vivían cerca de la central nuclear y fueron evacuados por instrucciones del gobierno japonés debido a este triple desastre aún se encuentran sujetos a órdenes de evacuación (FPG, 2020).

Si bien el accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi no involucró una fuente radiactiva de los tipos abordados en este informe, demostró que un acontecimiento que involucra radiación puede tener consecuencias socioeconómicas importantes, incluso si no causa ninguna muerte inmediata debido a la radiación.

2.3.3 Tepojaco, México, 2013

En diciembre de 2013, un camión que transportaba una fuente de teleterapia de cobalto-60 desde un hospital en la ciudad noroccidental de Tijuana hasta un centro de almacenamiento de desechos radiactivos fue robado en Tepojaco, cerca de la Ciudad de México. Los secuestradores no sabían que el camión transportaba una fuente de alta actividad (alrededor de 1,800 Ci o 70 TBq); su objetivo era robar el camión (OIEA, 2013a). Las fuerzas del orden recuperaron el camión y la máquina de teleterapia 2 días después del acontecimiento. La fuente radiactiva de cobalto-60 se había retirado de su blindaje protector, pero permanecía intacta (OIEA, 2013a). Los seis hombres que las autoridades arrestaron bajo sospecha de robar el camión no parecían haber estado expuestos a altos niveles de radiación. Este acontecimiento destaca los riesgos asociados con el transporte de fuentes radiactivas.

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2.3.4 Acontecimiento del irradiador de la University of Washington, 2019

El 2 de mayo de 2019, al subcontratista del Departamento de Energía (DOE), International Isotopes (INIS), se le asignó la tarea de recuperar una fuente sellada de cesio-137 de 2,900 Ci (aproximadamente 107 TBq) de las Instalaciones de investigación y capacitación de Harborview en el estado de Washington como parte del trabajo de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) de retirar y eliminar las fuentes radiactivas en desuso. Los intentos del subcontratista de mitigar las dificultades imprevistas en el desmantelamiento y la eliminación provocaron como resultado la emisión de una pequeña cantidad de cesio, que se estima que fue de alrededor de 1 Ci (37 GBq), lo que provocó como resultado la contaminación interna y externa de 13 trabajadores y observadores que recibieron dosis efectivas de no más de 0.55 mSv. La instalación también se contaminó, y más de 200 investigadores e integrantes del personal de laboratorio se vieron obligados a reubicarse en otros espacios durante las operaciones de recuperación, con efectos directos en más de 80 programas de investigación financiados con presupuestos estimados en decenas de millones de dólares.4

Un Equipo de Investigación Conjunta codirigido por la NNSA y Triad National Security, LLC completó una revisión de 9 meses del acontecimiento para identificar el origen y las causas contribuyentes (DOE, 2020). Las lecciones aprendidas del acontecimiento incluyen la importancia de la capacitación adecuada del personal de operaciones y una mejor comprensión de las funciones y las responsabilidades de las diversas organizaciones involucradas en las operaciones de recuperación inmediatas y a largo plazo. Después del acontecimiento, la NNSA reevaluó el riesgo asociado con todas las recuperaciones de fuentes radiactivas y está cambiando la manera en que recupera las fuentes. Independientemente de la complejidad, actualmente se exige que se lleve a cabo un análisis de los peligros para cualquier trabajo de recuperación de fuentes. A febrero de 2021, las actividades de remediación están casi completas, y se espera que las instalaciones vuelvan a ocuparse en el otoño de 2021. Los costos proyectados para las actividades de respuesta, recuperación, remediación y reconstrucción, pagados por la NNSA, excederán los $100 millones.5

El acontecimiento del irradiador de la University of Washington demostró que incluso pequeñas emisiones de radiactividad, en este caso, 1 Ci (37 GBq) de cesio-137 (una cantidad por debajo de la Categoría 3), pueden generar un costo económico significativo como resultado de la interrupción de las operaciones normales de las instalaciones involucradas.

2.4 RESPONSABILIDADES DE CONTROL DE LAS FUENTES RADIACTIVAS EN LOS ESTADOS UNIDOS

Las estructuras normativas para otorgar licencias a las fuentes radiactivas y garantizar su uso seguro, en cuanto a la seguridad tecnológica y física, difieren de un país a otro, y una revisión completa de estas estructuras excedía el alcance del comité. Esta sección se centra en la estructura normativa dentro de los Estados Unidos, que comparte algunas similitudes con otros países de ingresos altos. Cuando es posible, el comité hace comparaciones con otros países.

En los Estados Unidos, varios organismos y varias entidades gubernamentales tienen responsabilidades normativas u otras responsabilidades como autoridades de garantizar el uso seguro, en cuanto a la seguridad tecnológica y física, de las fuentes radiactivas en aplicaciones médicas, de investigación y comerciales, y de proteger a los miembros del público y al medio ambiente de posibles efectos adversos en caso de que ocurran acontecimientos de seguridad tecnológica o física que involucren a estas fuentes. La función de los organismos y las entidades que son relevantes para la tarea del comité se describen en las siguientes secciones.

2.4.1 La U.S. NRC y los Estados del Acuerdo

La U.S. NRC Otorga licencias y regula el uso civil de materiales radiactivos y proporciona los requisitos de seguridad tecnológica y física asociados con su uso.6 Las regulaciones en la parte 20 del título 10 del CFR, “Normas para la protección contra la radiación”, subparte I, “Almacenamiento y control de material autorizado mediante licencia” incluyen requisitos de seguridad para todos los materiales radiactivos, excepto aquellos que están específicamente exentos por las regulaciones.7 La U.S. NRC emitió Órdenes de mayor control en noviembre de 2005, que exigen a los titulares de licencias que posean materiales de Categoría 1 y Categoría 2 que proporcionen seguridad adicional para estos materiales.8 Estas

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4 Lance Garrison, NNSA, presentación al comité el 12 de junio de 2020.

5 Lance Garrison, NNSA, presentación al comité el 25 de febrero de 2021.

6 La declaración completa de la misión de la U.S. NRC es la siguiente: “La NRC otorga licencias para el uso civil de materiales radiactivos en la Nación, y lo regula, para proporcionar una garantía razonable de protección adecuada de la salud y la seguridad públicas y para promover la defensa y la seguridad comunes y proteger el medio ambiente”. Ver https://www.nrc.gov/about-nrc.html.

7 Ver https://www.nrc.gov/reading-rm/doc-collections/cfr/part020/part020-1801.html.

8 Ver las Órdenes emitidas anteriormente: aumento de los controles en https://www.nrc.gov/security/byproduct/orders.html.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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Órdenes de mayor control eventualmente fueron reemplazadas por las regulaciones en la parte 37 del título 10 del CFR, titulada “Protección física de las cantidades de material radiactivo de Categoría 1 y 2”, que entró en vigencia en mayo de 2013.9 La parte 37 describe los requisitos en cuanto a la seguridad física, el monitoreo de fuentes, la verificación de los antecedentes del personal, el plan de seguridad para las instalaciones, la protección, capacitación y documentación de las fuerzas del orden locales. Los requisitos de seguridad contenidos en la parte 37 utilizan el sistema de clasificación de fuentes del OIEA como base y se centran en el potencial de ese material para causar muertes inmediatas y los efectos deterministas de la radiación. Por consiguiente, la parte 37 solo se aplica a las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 debido a su potencial (según el sistema del OIEA) para causar daños graves. La parte 37 no se aplica a las fuentes de Categoría 3, Categoría 4 y Categoría 5, a menos que al agregarse alcancen el umbral de la Categoría 2 o lo superen.

Además de la U.S. NRC, los 39 Estados del Acuerdo también regulan el uso de materiales radiactivos de acuerdo con los requisitos de compatibilidad del artículo 274b de la Ley de Energía Atómica. Los Estados del Acuerdo deben, como mínimo, cumplir con las regulaciones de la U.S. NRC (ser compatibles con las regulaciones de la U.S. NRC) y, en algunos casos, cumplen con su responsabilidad al promulgar regulaciones que son más estrictas que las de la U.S. NRC. La U.S. NRC o los Estados del Acuerdo también pueden imponer condiciones para las licencias.

Las licencias para materiales radiactivos se dividen en dos categorías amplias: licencias generales y específicas. Hay 19,300 titulares de dispositivos con licencias específicas y 31,000 con licencia general en el sector civil de los EE. UU. para el uso de material radiactivo.10 La gran mayoría (el 80 por ciento) de estas licencias están reguladas por los Estados del Acuerdo.

La U.S. NRC define a un titular de una licencia general como “una persona u organización que adquiere, utiliza o posee un dispositivo con una licencia general y ha recibido el dispositivo a través de una transferencia autorizada por el fabricante/distribuidor del dispositivo, o por un cambio de propiedad de la compañía donde el dispositivo permanece en uso en un lugar en particular”. Los artículos y materiales que los operadores pueden poseer o utilizar de conformidad con la autorización general se especifican en regulaciones. Por el contrario, la posesión de una licencia específica requiere que el usuario presente una solicitud para que se le otorgue una licencia y la reciba antes de obtener material radiactivo. Los requisitos adicionales para las fuentes con licencia específica incluyen el cumplimiento de las condiciones de la licencia, renovaciones periódicas e inspecciones periódicas por parte de la U.S. NRC o de un Estado del Acuerdo. Los materiales de Categoría 1 y Categoría 2 solo se pueden obtener en virtud de una licencia específica. Las fuentes de Categoría 3, Categoría 4 y Categoría 5 se pueden otorgar en virtud de una licencia general o una específica.

Se requiere una licencia específica para permitir la distribución de un dispositivo con licencia general. El titular de una licencia específica puede distribuir un dispositivo con licencia general a aquellos que no tienen una licencia para materiales radiactivos, pero el titular de una licencia general debe cumplir con los requisitos normativos. La gran mayoría de los titulares de dispositivos con licencia general, aproximadamente el 80 por ciento, no poseen las fuentes radiactivas que son el tema de este informe, sino que poseen fuentes, como carteles de salida autoluminosos para la carretera (que contienen tritio), cromatógrafos de gases (que contienen níquel-63), o dispositivos de eliminación de la estática (que contienen polonio-210).

En 2009, la Organización de los Estados del Acuerdo solicitó a la U.S. NRC que aumentara el control normativo sobre determinadas fuentes con licencia general. La petición no tuvo como resultado una decisión debido a que hubo un empate en la votación dentro de la Comisión (U.S. NRC, 2009). Sin embargo, la U.S. NRC sí autorizó a los Estados del Acuerdo a aumentar los controles sobre las fuentes con licencia general a su propia discreción, y algunos Estados establecieron esos controles mayores para algunos de sus titulares de licencias generales (LLRWForum, 2014).

Seguimiento de fuentes nacionales

El Código de Conducta del OIEA (OIEA, 2004) insta a los Estados miembro a establecer un registro nacional de fuentes radiactivas que realice un seguimiento, como mínimo, de todas las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2. El Código de Conducta también señala que los Estados miembro deben tratar de armonizar el formato de los registros para facilitar el intercambio de información sobre las fuentes a las que se les da seguimiento. El Sistema Nacional de Seguimiento de Fuentes (National Source Tracking System, NSTS) de la U.S. NRC sirve como registro nacional de las fuentes radiactivas de Categoría 1 y Categoría 2.

El NSTS es parte de un conjunto de herramientas de tecnología de la información conocidas como la Cartera de gestión integrada de fuentes (Integrated Source Management Portfolio, ISMP) desarrollada para respaldar la seguridad y el control del material radiactivo. Otros sistemas incluyen el Licenciamiento Basado en la Web

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9 Ver https://www.nrc.gov/reading-rm/doc-collections/cfr/part037/index.html.

10 Margaret Cervera, U.S. NRC, presentación al comité el 30 de enero de 2020.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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(Web-Based Licensing, WBL) y el Sistema de Verificación de Licencias (License Verification System, LVS). Los sistemas individuales que componen la ISMP llevan a cabo las siguientes funciones:

  • El NSTS es un sistema de tecnología de la información que realiza un seguimiento de las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 desde el momento en que se fabrican o importan hasta que se eliminan o exportan o hasta que se desintegran hasta quedar por debajo de los umbrales de Categoría 2. Todos los titulares de licencias, ya sean de la U.S. NRC o de un Estado del Acuerdo, deben informar sus fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 al NSTS.
  • El WBL es un depósito basado en la web de las licencias de la U.S. NRC y de los Estados del Acuerdo en posesión de cantidades de material radiactivo de Categoría 1 y Categoría 2. Todas las licencias de la U.S. NRC se informan en esta base de datos. Los Estados del Acuerdo pueden elegir por sí mismos si utilizarán el WBL como su base de datos de licencias. Sin embargo, si los Estados del Acuerdo no utilizan el WBL como su base de datos, aún deben proporcionar copias actuales de las licencias de Categoría 1 y Categoría 2 a la U.S. NRC para su inclusión en la base de datos.
  • El LVS es un sistema de verificación nacional para las licencias de Categoría 1 y Categoría 2 cuyo objetivo es garantizar que solo los titulares de licencias autorizados obtengan materiales radiactivos en las cantidades autorizadas. El LVS utiliza la información almacenada en el WBL y el NSTS.

Los datos almacenados en el NSTS están organizados por fuentes individuales, no por dispositivo o uso, y los datos en el WBL están organizados por posesión total, no por dispositivo. Según la U.S. NRC, el despliegue del NSTS ha mejorado la responsabilidad por las fuentes de riesgo significativo. Específicamente, mejoró la capacidad de la U.S. NRC y de los Estados del Acuerdo para realizar inspecciones e investigaciones, comunicar información a otros organismos gubernamentales y verificar la posesión y el uso legítimos de las fuentes a las que se les hace un seguimiento.11 La U.S. NRC exige que los titulares de licencias que posean fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 actualicen el NSTS cuando transfieran una fuente o reciban una fuente de otro titular de una licencia. La U.S. NRC no exige que los titulares de licencias declaren si una fuente está actualmente en uso o almacenada a largo plazo. El NSTS realiza un seguimiento de aproximadamente 80,000 fuentes radiactivas de Categoría 1 y Categoría 2. De esas fuentes, alrededor del 52 por ciento son fuentes de Categoría 1.12

Las regulaciones de la U.S. NRC y los Estados del Acuerdo exigen a los titulares de licencias que posean fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 que concilien anualmente los inventarios físicos de sus fuentes con el inventario de fuentes en el NSTS.13 El proceso de conciliación implica confirmar que los datos en el NSTS son correctos y resolver cualquier discrepancia entre el NSTS y el inventario físico de las fuentes.

La información almacenada en el NSTS, el WBL y el LVS no está disponible al público, y la U.S. NRC no publica los datos agregados en informes públicos. La U.S. NRC comparte habitualmente datos del NSTS con otros socios federales, incluidos la NNSA, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina Federal de Investigaciones, para respaldar el conocimiento de la situación.14

En 2020, la NTI publicó su primera Evaluación de seguridad de las fuentes radiactivas, que, sin clasificar ni puntuar países, evaluó las políticas y los compromisos nacionales en 175 países y en Taiwán para prevenir el robo de materiales radiactivos de alto riesgo. El informe de la NTI planteó preocupaciones sobre la seguridad de las fuentes radiactivas de alto riesgo al señalar, entre otras cosas, la falta de un registro activo de fuentes radiactivas en casi dos tercios de los países analizados. Los autores del informe señalaron que la metodología utilizada en el análisis no involucró una investigación en profundidad de los países, sino que la evaluación se basó en bases de datos existentes y otras fuentes de información consolidada (NTI, 2020). Por motivos que no estuvieron claros para el comité, el NSTS no calificó como un “registro activo” en este análisis.15

Fuentes de Categoría 3

De manera similar a todos los materiales radiactivos y nucleares con licencia específica, las fuentes de Categoría 3 están sujetas a los requisitos de seguridad de la parte 20 del título 10 del CFR y deben protegerse contra el acceso o el retiro no autorizados cuando estén almacenadas y estar bajo vigilancia y control constantes cuando no estén almacenadas. Además, todas las fuentes radiactivas de Categoría 3 están sujetas a controles específicos para su aplicación. Por ejemplo,

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11 Ver https://www.nrc.gov/security/byproduct/ismp/nsts/overview.html.

12 Carta de George Smith, U.S. NRC, a Ourania Kosti, Academias Nacionales, el 5 de febrero de 2021.

13 La conciliación es exigida por el artículo 20.2207(g) del título 10 del CFR, “Informes de transacciones que involucran fuentes bajo seguimiento a nivel nacional” y por regulaciones equivalentes de los Estados del Acuerdo.

14 Carta de George Smith, U.S. NRC, a Ourania Kosti, Academias Nacionales, el 5 de febrero de 2021.

15 Sammantha Neakrase, NTI, presentación al comité el 6 de enero de 2021.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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las fuentes radiactivas que se utilizan en el registro de pozos (ver la Sección 6.3) también están sujetas a las regulaciones de la parte 39 del título 10 del CFR, que incluyen requisitos para el mantenimiento del inventario, la vigilancia de las operaciones y el transporte seguro. Otros titulares de licencias que poseen fuentes radiactivas tienen regulaciones específicas para sus usos previstos. Sin embargo, como se señaló en las secciones anteriores, las regulaciones de seguridad y los requisitos de presentación de información en la parte 37 del título 10 del CFR no se aplican a las fuentes de Categoría 3, a menos que se agreguen y alcancen o superen los umbrales de la Categoría 2. En varias ocasiones, la U.S. NRC ha considerado cambiar sus regulaciones relacionadas con las fuentes de Categoría 3 por otras más estrictas.

En 2008, la U.S. NRC consideró la inclusión de fuentes de Categoría 3 y un subconjunto de fuentes de Categoría 4 en el NSTS que se había establecido recientemente. Estas fuentes incluían medidores industriales fijos, dispositivos de registro de pozos, braquiterapia de alta y baja tasa de dosis y determinados dispositivos de radiografía. En ese momento, se estimó que la inclusión de fuentes de Categoría 3 añadiría requisitos de presentación de información al NSTS a aproximadamente 1,000 titulares de licencias, o casi al doble de la cantidad de titulares de licencias que tenían la obligación de presentar informes al NSTS. La mayoría de las cartas de comentarios sobre la regla propuesta se opusieron a esta expansión del NSTS por los siguientes motivos:

  1. La regla fue prematura y era necesario retrasarla para permitir que hubiera tiempo de analizar la carga normativa de agregar estas fuentes al NSTS mediante el uso de la experiencia real del NSTS en funcionamiento para fuentes de Categoría 1 y Categoría 2
  2. Era necesario que el NSTS estuviera en pleno funcionamiento y realizar con éxito un seguimiento de las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 antes de que la U.S. NRC agregara varias fuentes de Categoría 3 y Categoría 4 al sistema.
  3. Era necesario que exista una justificación adicional con respecto a los riesgos de seguridad planteados por estas fuentes antes de incurrir en la carga adicional de contabilizarlas en el NSTS (U.S. NRC, 2009).

El 30 de junio de 2009, la U.S. NRC anunció que la Comisión “no pudo tomar una decisión sobre la recomendación del personal de emitir una regla final que amplíe del número y el tipo de fuentes radiactivas” cubiertas por el NSTS (U.S. NRC, 2009).

La pertinencia de contar con regulaciones más estrictas para las fuentes de Categoría 3 se revisó nuevamente en 2014, cuando se le exigió a la U.S. NRC, a través de un mandato legislativo, que evaluara la eficacia de los requisitos de la parte 37 del título 10 del CFR y determinara si los requisitos brindaban una protección adecuada. El organismo concluyó que el alcance de la parte 37 del título 10 del CFR, que se limita a las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2, era apropiado en función de las evaluaciones de la amenaza, la vulnerabilidad y las consecuencias en ese momento (U.S. NRC, 2014b). Más recientemente, los comisionados de la U.S. NRC solicitaron que el personal evaluara si es necesario revisar las regulaciones o los procesos relacionados con la protección de las fuentes radiactivas y la responsabilidad por ellas. El impulso para esa solicitud fue el informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) sobre los controles de materiales peligrosos (GAO, 2016), que recomendó que la U.S. NRC tomara medidas para

  1. Incluir a las fuentes de Categoría 3 en el sistema electrónico de la U.S. NRC para gestionar la información sobre las fuentes.
  2. Exigir que los titulares de licencias que transfieran cantidades de material radiactivo de Categoría 3 a un posible titular de licencia receptor confirmen con el regulador o con el sistema de gestión de información electrónica de la U.S. NRC la validez de la licencia del receptor.
  3. Considera la posibilidad de exigir una revisión de seguridad in situ para todos los solicitantes de licencias de Categoría 3 que el regulador no conozca.

En respuesta a la solicitud de los Comisionados, la U.S. NRC y los Estados del Acuerdo formaron un grupo de trabajo conjunto, el Grupo de trabajo para la seguridad y la responsabilidad de las fuentes de Categoría 3, para evaluar si el organismo debiera requerir medidas de seguridad adicionales para el material de Categoría 3. El grupo de trabajo determinó que dicho material no cumplía con el umbral de muertes inmediatas y efectos deterministas en la salud establecido por la U.S. NRC; que no hay evidencia de la existencia de un interés contradictorio en la adquisición de cantidades de material de Categoría 3 mediante robo; que las deficiencias de seguridad en las instalaciones que contienen cantidades de material radiactivo de Categoría 3 no han aumentado desde la primera evaluación realizada por la U.S. NRC; y que las consecuencias de un RDD que utiliza material de Categoría 3 no son lo suficientemente significativas como para exigir medidas de seguridad adicionales.16

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16 El análisis y las recomendaciones de estos esfuerzos están documentados en SECY-17-0083 (U.S. NRC, 2017).

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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Sobre la base del análisis del grupo de trabajo con respecto a la amenaza, la vulnerabilidad y las consecuencias, el personal de la U.S. NRC determinó que los datos no justifican el costo asociado con los cambios normativos y recomendó que la Comisión no modifique las regulaciones para exigir la verificación de licencias de material radiactivo de Categoría 3 ni imponga requisitos de seguridad para evitar la agregación de material de Categoría 3 hasta alcanzar una cantidad de Categoría 2. El informe recomendó que la Comisión apruebe la búsqueda de la creación de reglas para exigir que exista equipo de seguridad tecnológica y física antes de otorgar una licencia para una entidad desconocida y aclare los métodos de verificación de las licencias para transferencias que involucren cantidades de material radiactivo por debajo del umbral de la Categoría 2. Al momento de la redacción de este escrito, la U.S. NRC aún no había emitido instrucciones sobre la reevaluación del personal propuesta de la responsabilidad por las fuentes de Categoría 3.

Tendencias en el inventario de las fuentes radiactivas

El comité realizó varias consultas a la U.S. NRC para comprender el inventario actual de fuentes y las tendencias del inventario durante los últimos 10 a 15 años. El comité se enteró de que la determinación de la cantidad de dispositivos autorizados mediante una licencia dentro de determinados períodos de tiempo (p. ej., la cantidad de irradiadores de cesio-137 para los que se otorgó una licencia en los últimos 10 años) requeriría el acceso tanto al NSTS como al WBL para hacer coincidir las fuentes individuales con los límites para la posesión y los usos autorizados. Hacerlo requeriría muchos recursos, y la U.S. NRC no pudo proporcionar la información al comité. La U.S. NRC también informó al comité que el número de titulares de licencias para materiales ha disminuido levemente en los últimos años, y la U.S. NRC y los Estados del Acuerdo esperan que esa tendencia general continúe. Parte de esta disminución puede explicarse por la fusión de instalaciones (p. ej., instalaciones médicas) y la consolidación de titulares de licencias.

Antes del NSTS (de 2004 a 2008), la U.S. NRC mantenía una base de datos provisoria que se diseñó para recopilar un inventario por única vez de dispositivos y fuentes. La presentación de información a la base de datos provisoria fue voluntaria. En la base de datos provisoria, se registraron aproximadamente 40,000 fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 (NRC, 2008). Los datos de la base de datos provisoria se transfirieron al NSTS en 2008. En su primer año de implementación (2009), el NSTS hizo un seguimiento de aproximadamente 60,000 fuentes, lo que implica que el inventario de fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 se había subestimado anteriormente debido a la naturaleza voluntaria de la base de datos provisoria. Un factor adicional que explica el número mayor de fuentes a las que se hace un seguimiento en el NSTS fue la inclusión de fuentes del DOE que no formaban parte de la base de datos provisoria. En febrero de 2021, aproximadamente el 3 por ciento de las fuentes en el NSTS estaban bajo la autoridad del DOE.17 Como se señaló anteriormente, a febrero de 2021, el NSTS realiza un seguimiento de aproximadamente 80,000 fuentes de Categoría 1 y Categoría 2. Es decir, el inventario de fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 ha aumentado aproximadamente en un 30 por ciento de 2009 a 2021.

La U.S. NRC está en la mejor posición para proporcionar información precisa sobre qué ha contribuido a los aumentos en el inventario de las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 en los Estados Unidos. Esto requeriría un análisis de los datos almacenados en las diferentes bases de datos que conforman la ISMP. El comité no pudo recibir información de la U.S. NRC sobre las causas que contribuyen al aumento del inventario. Sin embargo, en función de su propio análisis del uso de fuentes radiactivas en las diferentes aplicaciones y la evaluación de las tendencias durante los últimos 10 a 15 años, el comité concluye que el mayor contribuyente al aumento del inventario de fuentes radiactivas es probablemente el uso de cobalto-60 en aplicaciones de esterilización industrial y, específicamente, en la esterilización de dispositivos médicos.

Como se analizó en el Capítulo 5, el mercado de los dispositivos médicos en los Estados Unidos está creciendo del 5 al 7 por ciento todos los años18 debido a la demanda creciente de dispositivos médicos existentes y a la disponibilidad de productos nuevos. El mercado estadounidense de esterilización de dispositivos médicos crece aproximadamente al mismo ritmo que el mercado de dispositivos médicos. A pesar del uso creciente de tecnologías alternativas para la esterilización de dispositivos médicos, el uso de cobalto-60 sigue siendo la modalidad basada en la radiación más común para esta aplicación en los Estados Unidos y a nivel internacional.

Debido a que no existen requisitos de presentación de información para las fuentes de Categoría 3 en el NSTS, la U.S. NRC no tiene información sobre el número de fuentes de Categoría 3 con licencia actualmente en los Estados Unidos. Antes de 2008, la U.S. NRC realizó una recopilación de datos por única vez y estimó que el número de fuentes de Categoría 3 en ese entonces era de aproximadamente 5,200. Es probable que este número se una subestimación. Si se aplican factores similares a las fuentes de Categoría 3 en comparación con las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 (es

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17 Comunicación por correo electrónico entre Margaret Cervera, U.S. NRC, y Ourania Kosti, Academias Nacionales, el 24 de febrero de 2021.

18 Kathleen Hoffman, Sotera Health Services, LLC, presentación al comité el 13 de octubre de 2020.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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decir, el número de fuentes se subestimó en un 50 por ciento cuando la U.S. NRC realizó la recopilación de datos por única vez en 2008, que también era voluntaria, y el inventario aumenta al mismo ritmo que el de las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2), es probable que en la actualidad haya más de 10,000 fuentes de Categoría 3 en los Estados Unidos. Anecdóticamente, algunos expertos han dado por sentado que el número de fuentes de Categoría 3 supera el número de fuentes de Categoría 1 o Categoría 2. El seguimiento de las fuentes de la Categoría 3 esclarecería este problema.

El comité no llevó a cabo una evaluación completa de las tendencias internacionales en el inventario de fuentes radiactivas. Sin embargo, solicitó y recibió información de la Comisión de Seguridad Nuclear Canadiense (CNSC) sobre el Sistema de Seguimiento de Fuentes Selladas (Sealed Source Tracking System, SSTS) del país.19 De manera similar al NSTS en cuanto al concepto, el SSTS realiza un seguimiento de la creación y el movimiento de todas las fuentes selladas de Categoría 1 y Categoría 2 en Canadá, así como de las importadas y las exportadas. Parecido también a lo que ocurrió en los Estados Unidos, el inventario de fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 en Canadá ha aumentado durante la última década, pero el aumento ha sido mayor. Específicamente, en 2010, había alrededor de 2,600 fuentes de Categoría 1 y 22,500 fuentes de Categoría 2 a las que el SSTS realizaba un seguimiento y, en 2019, se realizó un seguimiento de casi 7,000 fuentes de Categoría 1 y 65,000 fuentes de Categoría 2; es decir, la cantidad de fuentes bajo seguimiento pasó a ser más del doble. Según la CNSC, el aumento en el inventario de fuentes se puede atribuir a las fuentes en desuso o agotadas que se devuelven a los fabricantes para su reciclaje o almacenamiento a largo plazo, a las fuentes que cambian de categoría debido a la desintegración y a un aumento en el número de fuentes selladas fabricadas en Canadá. Las tendencias en el seguimiento de fuentes en Canadá están disponibles públicamente en informes anuales y se publican en línea en el sitio web de la CNSC.

El SSTS no realiza un seguimiento de las fuentes de Categoría 3 y, por lo tanto, el número de fuentes de Categoría 3 en Canadá no se ha determinado con precisión. Sin embargo, la CNSC solicita anualmente a los titulares de licencias los inventarios de todas las fuentes almacenadas en un archivo dentro del cual se pueden realizar búsquedas. Sobre la base de este proceso, la CNSC informó la existencia de más de 57,000 fuentes de Categoría 3 en 2019. La CNSC no tiene planeado incluir fuentes de Categoría 3 en su sistema de seguimiento de fuentes, y señala que la decisión “se basa en un enfoque basado en el riesgo que toma en cuenta los mecanismos actuales para informar los inventarios”.20 Al hacer obligatorio el seguimiento de las fuentes de Categoría 3, la CNSC identificó desafíos relacionados con tres tareas previas necesarias:

  1. Actualizar la base de datos existente para que soporte el aumento en el número de transacciones y usuarios en línea.
  2. Modificar una gran cantidad de licencias para exigir el seguimiento de fuentes de Categoría 3.
  3. Solicitar y obtener la información requerida de los titulares de licencias en un plazo breve.

2.4.2 Administración Nacional de Seguridad Nuclear

La Oficina de Seguridad Radiológica (ORS) dentro de la NNSA del DOE participa en una estrategia de tres frentes para la seguridad de las fuentes radiactivas de alta actividad:

  1. Protección de fuentes radiactivas utilizadas con fines médicos, de investigación y comerciales;
  2. Retiro y eliminación de fuentes radiactivas en desuso; y
  3. Reducción de la dependencia global de fuentes radiactivas mediante la promoción de la adopción y el desarrollo de tecnologías alternativas no radioisotópicas.

Para el primer esfuerzo, la NNSA trabaja con la U.S. NRC, los titulares de licencias de materiales, los gobiernos estatales, locales y tribales y otros organismos federales para desarrollar aun más los requisitos normativos actuales mediante la provisión de mejoras de seguridad voluntarias. Los ejemplos de estas mejoras incluyen actualizaciones de seguridad voluntarias como el endurecimiento de los irradiadores de cloruro de cesio y actualizaciones de seguridad específicas de cada instalación; capacitación especializada de las fuerzas del orden locales para responder mejor a las alarmas en instalaciones con materiales nucleares y radiactivos; y de seguridad, con la inclusión de un banco de pruebas y una demostración piloto voluntaria del endurecimiento de la carga, la evaluación de las alarmas y el seguimiento de envíos. Hasta la fecha, casi 575 titulares de licencias (que representan casi 950 edificios que contienen fuentes de riesgo significativo) se han asociado con la NNSA para actualizar sus medidas de seguridad. Estas actualizaciones brindan una protección adicional más allá de la requerida para cumplir con los requisitos

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19 Carta de Eric Lemoine, CNSC, a Ourania Kosti, Academias Nacionales, el 25 de febrero de 2021.

20 Carta de Eric Lemoine, CNSC, a Ourania Kosti, Academias Nacionales, el 25 de febrero de 2021.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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de la parte 37 del título 10 del CFR. La NNSA también ofrece mejoras de seguridad adicionales y tecnología de seguimiento para fuentes móviles utilizadas en el registro de pozos y la radiografía industrial.

Para el segundo esfuerzo, la ORS implementa retiros de fuentes a través del Laboratorio Nacional de Los Álamos y el Laboratorio Nacional de Idaho. La ORS retira las fuentes radiactivas selladas excedentes, no deseadas o en desuso que representan un riesgo potencial para la seguridad física, la salud y la seguridad tecnológica nacionales (ver la Sección 2.8.5).

Para el tercer esfuerzo, la ORS implementa la reducción de la dependencia de fuentes radiactivas a través de los laboratorios nacionales del DOE y la NNSA. En 2014, la ORS lanzó el Proyecto de Reemplazo de Irradiadores de Cesio (CIRP) para reducir el número de fuentes de cesio-137 y de cobalto-60 en uso en los Estados Unidos al ofrecer incentivos para el reemplazo de los irradiadores de sangre y para investigación de cesio-137 y cobalto-60 con alternativas no radioisotópicas. Este proyecto se describe con cierto detalle en la nota del recuadro 1.2. La ORS también financia la investigación y el desarrollo de tecnologías alternativas (ver la Sección 3.6), así como estudios comparativos para evaluar la equivalencia de tecnologías alternativas con aplicaciones de fuentes radiactivas (ver la Sección 5.2.3). Por último, la ORS trabaja con socios internacionales para desarrollar la consideración de tecnologías alternativas a través del compromiso político, la divulgación, la implementación o los intercambios técnicos. Parte de este esfuerzo es apoyar la creación de redes de contacto y el intercambio de información a través de la Reunión ad hoc de los Estados interesados involucrados con alternativas tecnológicas a las fuentes radiactivas de alta actividad. La NNSA ha apoyado 5 reuniones del grupo de trabajo hasta la fecha con aproximadamente 60 participantes de 26 países. Además, la NNSA copatrocina talleres y las publicaciones resultantes sobre temas relacionados con las tecnologías alternativas.

2.4.3 Otros organismos

Varios otros organismos dentro de los Estados Unidos tienen funciones y responsabilidades relacionadas con el uso de fuentes radiactivas para aplicaciones específicas.

Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA)

La FDA regula a los fabricantes de dispositivos generadores de radiación (es decir, productos electrónicos y dispositivos médicos) y los productos irradiados, incluidos la sangre y los alimentos. Diferentes oficinas dentro de la FDA son responsables de estas regulaciones. Por ejemplo, el Centro para Dispositivos y Salud Radiológica (Center for Devices and Radiological Health, CDRH) y el Centro para la Evaluación y la Investigación Biológica (Center for Biologics Evaluation and Research, CBER) regulan los irradiadores de sangre y los procedimientos para la irradiación de la sangre a través de un memorando de entendimiento (memorandum of understanding, MOU) conjunto. El CDRH consulta con el CBER para la autorización en el mercado de los irradiadores de sangre a través del proceso 510(k),21 que implica una comparación con un predicado comercializado legalmente. El Centro de Seguridad Alimentaria y Nutrición Aplicada regula la irradiación de productos alimentarios.

Departamento de Transporte (Department of Transportation, DOT)

El DOT, junto con el DHS y la U.S. NRC, son correguladores para el transporte seguro tanto tecnológica como físicamente de material radiactivo. Las funciones del DOT y la U.S. NRC en la regulación del transporte de materiales radiactivos se describen en un MOU (U.S. NRC, 2015a). El MOU incluye el desarrollo de normas y reglamentos de seguridad; revisión e inspección de bultos y cumplimiento de normas; informe de accidentes y acontecimientos; e intercambio de información.

Todos los envíos de materiales radiactivos deben embalarse y transportarse de conformidad con las regulaciones del DOT y la U.S. NRC. El contenedor del envío radiactivo y el embalaje necesarios están determinados por la naturaleza y la forma del material que se va a enviar y su nivel de radiactividad. Los contenedores de envío y los embalajes para materiales radiactivos pueden clasificarse como embalajes exceptuados, embalajes industriales, bultos de Tipo A y bultos de Tipo B. Solo los bultos de Tipo A y Tipo B son relevantes para la transferencia de los tipos de fuentes radiactivas (fuentes de Categoría 1, 2 o 3) que se evalúan en este informe. Todas las fuentes de Categoría 2 y Categoría 3 deben enviarse obligatoriamente en bultos de Tipo A o Tipo B, según la actividad de la fuente que se

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21 Un 510(k) es una presentación previa a la comercialización realizada ante la FDA para demostrar que el dispositivo que se comercializará es tan seguro y eficaz como un dispositivo comercializado legalmente. Se requiere un 510(k) cuando se introduce un dispositivo a la distribución comercial por primera vez, cuando hay un cambio o una modificación en un dispositivo comercializado que podría afectar significativamente su seguridad o eficacia, y en algunas otras situaciones.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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transporta. Todas las fuentes de Categoría 1 deben enviarse obligatoriamente en bultos de Tipo B. Los bultos de Tipo A y B deben pasar ciertas pruebas para demostrar la capacidad para mantener su integridad sin liberar su contenido.22

Departamento de Agricultura de los EE. UU. (U.S. Department of Agriculture, USDA)

El Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del USDA regula las medidas (tratamientos fitosanitarios, ver la Sección 5.3) para prevenir la introducción o propagación de plagas mediante su destrucción o la esterilización de alta eficacia.

Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (National Institute of Standards and Technology, NIST)

La división de Física de la Radiación del NIST posee varias fuentes radiactivas, tanto de cesio-137 como de cobalto-60, para mantener el estándar nacional de kerma (energía cinética liberada por unidad de masa) en aire y dosis absorbida en el aire. Una de las misiones principales del NIST es difundir los datos del estándar de kerma en aire y dosis absorbida en el aire a las instalaciones de calibración secundarias y a los usuarios finales (ver la Sección 6.4) para su uso en la calibración de instrumentos de detección de radiación.

2.5 SEGUIMIENTO DE INCIDENTES DE FUENTES RADIACTIVAS

El comité tiene conocimiento de tres bases de datos que llevan un seguimiento de incidentes de materiales nucleares y fuentes radiactivas extraviados o robados. El objetivo de estas bases de datos es mejorar la seguridad nuclear y radiológica mediante la identificación de características comunes de los incidentes y las tendencias. Los incidentes informados a estas bases de datos o por ellas demuestran que las pérdidas y las actividades no autorizadas que involucran material radiactivo, como el robo y el tráfico ilícito, ocurren con frecuencia. La información informada también subraya la necesidad de mejorar las normativas que rigen su uso, almacenamiento, transporte y eliminación. Mediante la evaluación de los datos informados, el comité pudo realizar las siguientes observaciones:

  1. Los incidentes que involucran fuentes de alto riesgo de Categoría 1 y Categoría 2 son relativamente poco frecuentes;
  2. Los incidentes que involucran fuentes para radiografía médica e industrial de Categoría 4 y Categoría 5 son los más comunes;
  3. El transporte de fuentes radiactivas crea vulnerabilidades;
  4. Las regulaciones de seguridad más estrictas reducen los riesgos de robo o desaparición de las fuentes;
  5. No todas las fuentes se recuperan después de que se denuncia su desaparición o robo; y
  6. Es probable que las bases de datos subrepresenten la cantidad real de fuentes robadas o perdidas.

2.5.1 Base de datos de incidentes y seguimiento del OIEA

El OIEA mantiene la Base de Datos sobre Incidentes y Tráfico Ilícito (Incident and Trafficking Database, ITDB) sobre incidentes de tráfico ilícito y otras actividades y acontecimientos no autorizados que involucran material nuclear y otros materiales radiactivos fuera del control normativo, que incluye fuentes radiactivas perdidas o robadas. Los Estados miembro participan voluntariamente en su sistema de presentación de información y establecen sus propios estándares sobre lo que deben divulgar al organismo. Los datos agregados de la ITDB se ponen a disposición del público a través de los informes del OIEA, en particular, la hoja informativa de la ITDB. La última hoja informativa de la ITDB se publicó en 2020 y contiene datos hasta 2019 (OIEA, 2020a).

Entre 1992 y 2019, la ITDB informó 3,689 entradas, de las cuales el 8 por ciento involucraron incidentes con un acto confirmado o probable de tráfico o uso malintencionado, y el 64 por ciento no estaban relacionadas con el tráfico o el uso malintencionado. Se informó que las entradas restantes (el 28 por ciento) eran de naturaleza indeterminada; es decir, no hubo información suficiente para determinar si los incidentes estaban relacionados con el tráfico o el uso malintencionado (ver las Figuras 2.2a y b). Durante el período de presentación de información de 27 años de la ITDB, casi dos tercios (el 60 por ciento) de los incidentes han involucrado fuentes radiactivas. En total, se informaron a la ITDB menos de 200 fuentes radiactivas como fuentes robadas u obtenidas con la intención de utilizarlas para su tráfico o uso malintencionado (aproximadamente, 8 por año), en comparación con las aproximadamente 80 anuales que parecen haber sido simplemente casos de pérdidas u otros incidentes no relacionados con el tráfico o el uso malintencionado.

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22 Ver https://www.nrc.gov/reading-rm/doc-collections/cfr/part071/full-text.html.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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FIGURA 2.2(a) Incidentes notificados a la Base de Datos sobre Incidentes y Tráfico Ilícito, 1993-2019. (b) Tendencias de los incidentes para el período 2010-2019.
FUENTE: Jose Garcia-Sainz, OIEA, presentación al comité el 10 de junio de 2020.

La mayoría de los robos y las pérdidas informados a la ITDB fueron de fuentes de Categoría 4 y Categoría 5 utilizadas en aplicaciones industriales o médicas. La mayoría de las fuentes industriales que se informan como robadas o perdidas son las que se usan para la realización de ensayos no destructivos y para aplicaciones en la construcción y el registro de pozos y contienen isótopos, como iridio-192, cesio-137 y americio-241.

La tasa de recuperación de las fuentes radiactivas de las Categorías 1, 2 y 3 es alta. Para la mayoría de los incidentes relacionados con fuentes radiactivas de Categoría 4 y Categoría 5 no existe un informe de seguimiento que confirme su recuperación (OIEA, 2020a). En 2019, se informaron a la ITDB 189 incidentes que involucraron fuentes de Categoría 2 a 5.

2.5.2 Base de datos de acontecimientos que involucran materiales nucleares

La U.S. NRC, con el apoyo del Laboratorio Nacional de Idaho, ha mantenido la Base de datos de acontecimientos que involucran materiales nucleares desde 1990. La base de datos contiene registros de acontecimientos que involucran materiales radiactivos autorizados mediante licencia, incluidos fuentes radiactivas u otro material perdidos, abandonados o robados que los titulares de licencias o los Estados del Acuerdo informan a la U.S. NRC. Desde su inicio, la base de datos ha acumulado aproximadamente 25,000 registros de acontecimientos que involucran material radiactivo. Los informes anuales desde 2007 hasta el presente están disponibles públicamente; el último informe revisado por el comité incluye datos hasta 2019 (U.S. NRC, 2020c). La mayoría de los materiales radiactivos informados como perdidos, robados o extraviados son de Categoría 4 o Categoría 5 e involucran fuentes y dispositivos móviles o portátiles. Cuando estos materiales se pierden, son robados o se extravían, la mayoría de las veces no causan lesiones a los trabajadores ni al público, y la mayoría de ellos se recuperan.

Un análisis de acontecimientos demostró que el número de robos informados en la Base de datos de acontecimientos que involucran materiales nucleares ha disminuido desde la publicación de la parte 37 del título 10 del CFR. Específicamente, desde la publicación de las regulaciones, no ha habido robos de fuentes de Categoría 1 y ha habido seis robos de fuentes de Categoría 2, de las cuales cinco se recuperaron. La fuente que no se recuperó se desintegró hasta quedar por debajo del umbral de Categoría 2 (U.S. NRC, 2018).

En 2017, se perdieron, abandonaron o robaron aproximadamente 249 fuentes. Un tercio de estas no se han recuperado. De las 249 fuentes perdidas, ninguna fue de Categoría 1, siete fueron fuentes para radiografía de iridio-192 de Categoría 2 y una fue una fuente para braquiterapia de iridio-192 de Categoría 3. A excepción de una fuente de Categoría 2, se recuperaron todas (U.S. NRC, 2018).

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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2.5.3 Base de Datos Global sobre Incidentes y Tráfico Ilícito

El Centro James Martin para Estudios de No Proliferación (CNS) ha mantenido la Base de Datos Global sobre Incidentes y Tráfico Ilícito con fondos de la NTI desde 2013 (CNS, 2019). Desde que se creó la base de datos, los investigadores del CNS han identificado más de 1,000 incidentes en todo el mundo mediante el uso de informes de acceso público y otra información disponible públicamente. La mayoría de los incidentes se informaron en América del Norte (ver la Figura 2.3), pero esto probablemente esté relacionado con que en los Estados Unidos y Canadá hay sistemas de presentación de información más transparentes. Aproximadamente la mitad de estos incidentes involucraron material radiactivo, y las fuentes de cesio-137 se informaron con mayor frecuencia como perdidas o robadas (ver la Tabla 2.1).

En 2018, se registraron cinco casos de tráfico intencional de materiales nucleares y otros materiales radiactivos:

  • Los servicios de seguridad ucranianos arrestaron a seis individuos que se cree que formaban parte de una red internacional de contrabando de materiales radiactivos. Los individuos fueron arrestados después de haber intentado vender a la policía una cantidad no especificada de radio-226 en una operación encubierta. No está claro de qué manera los individuos adquirieron el material.
  • Los servicios de seguridad ucranianos confiscaron un dispositivo que contenía material radiactivo de un individuo que planeaba vender y enviar el dispositivo a un país europeo no identificado.
  • Cuatro comerciantes de chatarra en los Países Bajos fueron arrestados después de que las autoridades determinaran que estaban vendiendo ilegalmente chatarra radiactiva utilizada en bloques de lastre en barcos.
  • La aduana del aeropuerto de Sheremétievo, en Rusia, encontró un “mineral radiactivo amarillo” en un paquete que provenía de Italia. Presuntamente, se confiscó el material.
  • Los funcionarios de la aduana de Orenburg, Rusia, confiscaron 292 “medallones médicos” de un camión conducido por un ciudadano kazajo. Supuestamente, los medallones se estaban ingresando de contrabando en el país, y se registró que la radiación gamma estaba 20 veces por encima del nivel de fondo.
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FIGURA 2.3 Incidentes de pérdida de material nuclear o radiológico por región notificados en la Base de Datos Global sobre Incidentes y Tráfico Ilícito.
FUENTE: CNS, 2019. Producido por el James Martin Center for Nonproliferation Studies (CNS) para la Iniciativa contra la Amenaza Nuclear.
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TABLA 2.1 Incidentes notificados por tipo de material en la Base de Datos Global sobre Incidentes y Tráfico Ilícito del CNS

Material de RDD de principal preocupación Incidentes, 2018 Incidentes, del 2013 al 2018
Cesio-137 (Cs-137) 37 280
Americio (Am-241) 40 247
Iridio-192 (Ir-192) 7 60
Radio-226 (Ra-226) 8 44
Cobalto-60 (Co-60) 4 24
Estroncio-90 (Sr-90) y su producto de desintegración, itrio-90 (Y-90) 4 29
Californio-252 (Cf-252) 0 5
Selenio-75 (Se-75) 1 4
Plutonio-238 (Pu-238) 0 2
Plutonio-239 (Pu-239) 2 7
Iterbio-169 (Yb-169) 0 1
Tulio-170 (Tm-170) 0 0
Subtotal 103 703
Total de casos únicos 74 502

FUENTE: CNS, 2019. Producido por el James Martin Center for Nonproliferation Studies (CNS) para la Iniciativa contra la Amenaza Nuclear.

2.6 SEGUIMIENTO FÍSICO DE FUENTES RADIACTIVAS

Como se señaló en secciones anteriores, las fuentes radiactivas que son portátiles y que se encuentran en tránsito con frecuencia son vulnerables al robo o al desvío. Las fuentes portátiles incluyen cámaras de radiografía y dispositivos de registro de pozos de petróleo, que frecuentemente están en tránsito debido a sus aplicaciones en astilleros, centrales eléctricas y campos de petróleo y gas.

Los incidentes que involucran el robo de fuentes radiactivas portátiles no implican necesariamente que los perpetradores estén tratando de robar fuentes radiactivas para generar caos. Por el contrario, con frecuencia su objetivo es robar los mismos vehículos o los dispositivos que se encuentran dentro de los vehículos debido al valor percibido de los objetos robados. Contar con un medio para rastrear el movimiento físico de los dispositivos que contienen fuentes radiactivas mientras están en tránsito puede ayudar a recuperarlas de forma oportuna.

En 2012, el Instituto Mundial de Seguridad Nuclear y el Instituto Mundial de Transporte Nuclear publicaron una guía para ayudar a los usuarios y los transportistas de fuentes radiactivas a tomar decisiones informadas sobre el seguimiento de las fuentes (WINS y WNTI, 2012). Esa guía describe las características generales de un sistema de seguimiento que consta de un dispositivo electrónico que estaría conectado a un vehículo de transporte que lleva una fuente radiactiva o está sujeto al equipo que contiene la fuente, o ambos enfoques. La señal del dispositivo electrónico sería detectada por satélites del Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning System, GPS) (lo cual proporcionaría una ubicación precisa dentro de los 3 metros) y por el servicio general celular de paquetes vía radio (general radio packet service, GRPS) (lo cual proporcionaría redundancia para garantizar que se determine la posición). La guía señala que hay algunas partes remotas del mundo donde la cobertura del GPS y el GRPS no está disponible o no es confiable. Algunas consideraciones adicionales son garantizar que el dispositivo de señalización tenga una fuente de energía confiable, como baterías de larga duración, proporcionar continuamente personal para un centro de operaciones y control, y coordinar las fuerzas de respuesta y comunicarse rápidamente con estas.

Asegurar la preparación de las fuerzas de respuesta puede ser particularmente desafiante cuando el transporte cruza fronteras internacionales o incluso fronteras dentro de países como los estados individuales de los Estados Unidos. Las diferentes fuerzas de respuesta podrían tener diferentes requisitos para el envío de notificaciones y para el traspaso de la fuerza de respuesta de una jurisdicción a la de otra. El requisito principal para un sistema de seguimiento y respuesta es alertar a la fuerza de respuesta y hacer que la fuerza llegue a la escena antes de que los atacantes puedan lograr la tarea de usar indebidamente la fuente.

Las tecnologías de seguimiento se han enfocado en tener medios seguros y confiables para conocer el paradero de los tipos de fuentes portátiles mencionados anteriormente. Por ejemplo, la República de Corea ha desarrollado el sistema de Seguimiento de la ubicación de fuentes de radiación (Radiation Source Location Tracking, RADLOT), que utiliza

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redes de GPS y acceso múltiple por división de código (Code Division Multiple Access, CDMA)23 y está diseñado para el monitoreo en tiempo real de fuentes para radiografía industrial. El sistema de RADLOT tiene muchas terminales móviles, un centro de control central y una red de comunicaciones segura. Además del seguimiento en tiempo real de las fuentes para radiografía en tránsito, cuenta con un dispositivo de monitoreo de la radiación que detecta la radiación de la fuente para avisar a los operadores si el detector se ha desconectado del dispositivo de radiografía (Jang, 2019).

Durante la Cumbre de Seguridad Nuclear de 2012 en Seúl, la República de Corea anunció su intención de trabajar con el OIEA para implementar el sistema RADLOT como un proyecto piloto en Vietnam. Vietnam tiene alrededor de 700 fuentes móviles en uso, 600 fuentes almacenadas y alrededor de 40 compañías o grupos con licencias para la posesión de estas fuentes (Phi et al., 2018). En 2015, el Instituto de Seguridad Nuclear de Corea comenzó a transferir la tecnología de RADLOT a Vietnam y, en 2017, se otorgaron 30 detectores de RADLOT a titulares de licencias y compañías que utilizan cámaras de radiografía para realizar pruebas (Phi et al., 2018).

En los Estados Unidos, la ORS ha patrocinado el desarrollo por parte del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico (Pacific Northwest National Laboratory, PNNL) del sistema de seguridad para fuentes móviles en tránsito (Mobile Source Transit Security, MSTS) para el seguimiento de fuentes para radiografía industrial y registro de pozos. Durante una presentación al comité, los líderes del proyecto del PNNL explicaron que las características requeridas del sistema de seguimiento son la seguridad mejorada del dispositivo, la rentabilidad, la confiabilidad, la solidez y la comunicación efectiva de alertas y alarmas.24 Al igual que el RADLOT, el MSTS utiliza redes seguras de comunicación satelital y celular y tiene sensores de radiación para detectar la proximidad de las fuentes en tránsito a los dispositivos de señalización. Los próximos pasos para el MSTS son formar asociaciones comerciales, implementar un plan de fabricación y distribución y establecer responsabilidades entre los fabricantes, distribuidores y usuarios.

Otro dispositivo seguimiento físico de fuentes radiactivas es el sistema de seguimiento NucTrack Solution implementado en Francia. Este sistema tiene características similares a las de los sistemas de RADLOT y MSTS. Nuc21, la empresa que desarrolló la solución NucTrack, tiene como objetivo implementar el sistema en otros países europeos (Moreau, 2019).

En los próximos años, el desafío será llevar a cabo la implementación de sistemas de seguimiento en docenas de países de todo el mundo donde se utilizan más de 10,000 fuentes portátiles. Los representantes del PNNL que proporcionaron información al comité señalaron que el incentivo para que la industria adopte estos sistemas es el beneficio para su negocio de protegerse contra el uso indebido de las fuentes radiactivas en tránsito. Es posible que los países que carecen de recursos necesiten recibir asistencia financiera y tecnológica y puedan beneficiarse de la cooperación técnica facilitada por el OIEA, como lo demuestra el ejemplo de Vietnam.

2.7 ANÁLISIS DE LAS CONSECUENCIAS DE LAS FUENTES RADIACTIVAS

Se han formulado varios escenarios potenciales para los RDD en términos de la fuente utilizada y la ubicación para establecer la prioridad de las acciones de protección y las pautas de respuesta y para evaluar las posibles exposiciones inmediatas y a largo plazo de las poblaciones. Dado que el objetivo probable del grupo terrorista que utiliza un RDD es causar pánico masivo y devastación económica, muchos de estos escenarios se basan en la detonación de un RDD en áreas metropolitanas o agrícolas.

Los estudios realizados por Sandia han estimado los impactos económicos de tres escenarios que implican acontecimientos que involucran un RDD para brindar información a los programas para la seguridad de materiales radiológicos:

  1. Detonación de un RDD que utiliza una fuente radiactiva de Categoría 1 en el bajo Manhattan;
  2. Detonación de un RDD que utiliza una fuente radiactiva de Categoría 3 en el bajo Manhattan; y
  3. Detonación de un RDD que utiliza una fuente radiactiva de Categoría 1 en un área agrícola en California.

Los análisis y las conclusiones del escenario que involucra un RDD en California no están disponibles públicamente. Los análisis de los escenarios que involucran un RDD en Manhattan tampoco están disponibles públicamente, pero se han informado las conclusiones generales, incluso en una presentación al comité.25 Estos análisis emplearon modelos para evaluar los impactos físicos, las respuestas en caso de emergencia y los impactos económicos de las fases del acontecimiento. Los impactos económicos se estimaron como la pérdida del producto interno bruto (PIB) durante

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23 Una red CDMA permite a varios transmisores enviar información simultáneamente a través de un único canal de comunicación.

24 Brian Higgins y Fredrick Mauss, Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico, presentación al comité el 9 de septiembre de 2020.

25 Larry Trost y Vanessa Vargas, Sandia, presentación al comité el 29 de abril de 2020.

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la totalidad de las fases del acontecimiento, y se consideraron los impactos tanto físicos como psicosociales (ver la Tabla 2.2). Los análisis de Sandia informaron que los acontecimientos que involucran un RDD que utiliza una fuente de Categoría 1 o de Categoría 3 pueden tener impactos económicos negativos importantes y que esos impactos exceden el área efectivamente contaminada. Los análisis también informaron que los RDD que utilizan fuentes de radiación de Categoría 3 menos reguladas (tanto en términos de seguridad como en términos de seguimiento de las fuentes en bases de datos nacionales) pueden tener impactos similares a los de los RDD que utilizan fuentes de Categoría 1. Se espera que los RDD que involucran una fuente de Categoría 1 o de Categoría 3 obtengan recursos desde afuera de la región, afecten potencialmente a las cadenas de suministro e influyan en la demanda de los consumidores de bienes provenientes de la región afectada. Por lo tanto, las consecuencias económicas se propagan dentro de la economía más extensa. Específicamente, un RDD que utiliza una cantidad de material radiactivo de Categoría 1 redujo el PIB en aproximadamente $30 mil millones. Un RDD que utiliza una cantidad de material radiactivo de Categoría 3 redujo el PIB en aproximadamente $24 mil millones. Es decir, una reducción de más del 90 por ciento en la actividad del material liberado solo produjo una reducción en el efecto económico del 20 por ciento.

Los análisis de Sandia estimaron que la detonación de un RDD que utiliza una fuente de Categoría 1 o de Categoría 3 tendría un nivel de víctimas en un orden de magnitud comparable debido a las evacuaciones (GAO, 2019). Se estimaron pocas muertes provocadas por la explosión inicial y ninguna muerte debido a la exposición directa a la radiación en los dos escenarios. Los análisis de Sandia no proporcionaron proyecciones de efectos estocásticos en la salud, como el desarrollo de cáncer en el futuro, después de los dos escenarios de RDD.

La GAO utilizó las conclusiones de los análisis de Sandia para recomendar a la U.S. NRC que

  • Considere las consecuencias socioeconómicas y las muertes de las evacuaciones al determinar los requisitos para las medidas de seguridad para los materiales radiactivos que podrían utilizarse en un RDD.
  • Implemente requisitos de seguridad adicionales para cantidades más pequeñas de material de alto riesgo.
  • Exija a todos los titulares de licencias que implementen medidas de seguridad adicionales, si poseen determinadas fuentes de Categoría 3 en una sola instalación que, agregadas, pueden alcanzar los niveles de la Categoría 1 o la Categoría 2 (GAO, 2019).

En términos generales, el personal de la U.S. NRC no estuvo de acuerdo con las recomendaciones y respondió que “la base de las recomendaciones de la GAO para implementar cambios normativos adicionales no estuvo bien fundada y no consideró todos los aspectos del riesgo (es decir, amenaza, vulnerabilidad y consecuencia)” (U.S. NRC, 2019a). La U.S. NRC también señaló que las recomendaciones de la GAO carecían de contexto al ignorar los esfuerzos federales, estatales y locales para brindar protección contra el posible uso malintencionado de fuentes radiactivas y las capacidades de respuesta y mitigación (U.S. NRC, 2019b).

Las conclusiones de los análisis de Sandia hacen hincapié en que las fuentes de Categoría 3, si se utilizan en un RDD, pueden tener consecuencias económicas significativas comparables a las de una fuente de Categoría 1. Sin embargo, la precisión de las estimaciones económicas derivadas de los análisis no puede evaluarse por completo porque la información de entrada y los supuestos no están disponibles públicamente. La revisión del comité indica que hay varios factores que parecen no tenerse en cuenta en estos análisis. Específicamente, las estimaciones de pérdidas económicas preparadas por Sandia no incluyen estimaciones de pérdida de vidas y, por lo tanto, es casi seguro que subestiman los costos económicos, ya que se estimarían en un Análisis de impacto normativo requerido para respaldar las reglas principales emitidas por organismos administrativos federales. Por ejemplo, el DOT utiliza un valor de la vida estadística (value of statistical life, VSL) de $9.6 millones para monetizar las muertes (DOT, 2016).

Las estimaciones de pérdidas económicas de Sandia tampoco parecen tener en cuenta los costos sustanciales generados por la pérdida de tiempo en el trabajo para las personas que se encuentran en el área afectada y las que están sujetas a una evacuación. Por ejemplo, suponiendo que los evacuados pierden 4 días de trabajo, habría una

TABLA 2.2 Consecuencias socioeconómicas de los RDD utilizando fuentes de Categoría 1 y Categoría 3

Categoría 1 Categoría 3
$30 mil millones en costos socioeconómicos $24 mil millones en costos socioeconómicos
195,000 evacuaciones 102,000 evacuaciones
Muertes por evacuaciones Muertes por evacuaciones
Sin muertes por radiación Sin muertes por radiación

FUENTE: David Trimble, Edwin Woodward y Jeff Barron, GAO, presentación al comité el 30 de enero de 2020.

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pérdida de productividad adicional en el orden de $124 millones y $65 millones, respectivamente, para los dos escenarios que involucran un RDD.26 Además, habría impactos psicológicos tanto inmediatos como a largo plazo que podrían monetizarse potencialmente a través de una mayor necesidad de contar con programas de vigilancia de la salud mental. Tener en cuenta estos costos para las personas afectadas aumentaría sustancialmente las estimaciones del costo social total de los acontecimientos de RDD estimado por Sandia.

Un enfoque alternativo al centrado en la pérdida del PIB seguido por Sandia es el enfoque en los conceptos de análisis de costo-beneficio empleados en los Análisis de impacto normativo de las principales legislaciones federales. En lugar de estimar los cambios en la actividad económica medidos por los cambios en el PIB, este enfoque alternativo suma los diversos costos que deben soportar los afectados por el DDR. Además de monetizar la pérdida de vidas y los costos de tiempo de los evacuados, monetizaría directamente el costo de la denegación del acceso al área, posiblemente como el valor actual de la renta que se habría pagado si no se hubiera denegado el uso de los edificios.

Varios organismos federales y otras personas o entidades (Rosoff y von Winterfeldt, 2007) han realizado análisis de modelos económicos similares a los de Sandia para brindar información sobre prioridades y marcos normativos específicos. Los detalles de estos otros análisis tampoco están disponibles públicamente. Es probable que la información de entrada, los supuestos y los programas de modelado utilizados por los diversos analistas difieran y, en algunos casos, podrían sobrestimar o subestimar las evaluaciones del impacto (Dombroski y Fischbeck, 2006). Comparar las conclusiones sobre la gravedad potencial de un RDD en diferentes análisis es difícil, a menos que la información de entrada y los supuestos se describan con cierto detalle.

Para obtener una apreciación informada de los análisis de consecuencias realizados por Sandia y otros organismos gubernamentales, sería necesario que se lleve a cabo una revisión formal por pares realizada por expertos con mucho conocimiento e independientes. Dicha revisión por pares podría comparar la información de entrada y los supuestos utilizados en los diferentes análisis y verificar y validar de forma independiente los programas de modelado utilizados. Además, la revisión por pares podría generar como resultado un conjunto de mejores prácticas para llevar a cabo este tipo de análisis económicos siguiendo escenarios hipotéticos para RDD que involucran fuentes radiactivas.

2.8 GESTIÓN DE LAS FUENTES RADIACTIVAS EN DESUSO AL FINAL DE SU VIDA ÚTIL

Las fuentes en desuso son fuentes excedentes, no deseadas o gastadas que pueden plantear problemas de seguridad tecnológica y física si no se eliminan correctamente. Las fuentes gastadas, incluso cuando ya no puedan utilizarse en las prácticas para las que fueron autorizadas debido a la desintegración radiactiva, pueden seguir siendo significativamente radiactivas y potencialmente peligrosas para la salud humana y el medio ambiente. Debido a que hay aproximadamente 80,000 fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 en los Estados Unidos y aproximadamente 2 millones de fuentes selladas en total, se estima que decenas de miles de fuentes están en desuso (DSWG, 2021). Si bien se desconoce el número exacto de fuentes en desuso en los Estados Unidos, el Programa de Recuperación de Fuentes Fuera del País de Origen da una idea de la escala: desde 1997 hasta el 29 de enero de 2021, aseguró 41,070 fuentes que los usuarios ya no querían.27 A nivel internacional, el OIEA estimó que, de los millones de fuentes que se sabe que se han producido, aproximadamente el 20 por ciento están en desuso, y casi todos los países tienen inventarios existentes de fuentes en desuso almacenadas (OIEA, 2005). Los datos más recientes del OIEA permiten comprender mejor la escala del número de fuentes en desuso. Específicamente, de 2014 a 2019, el OIEA brindó servicios de asistencia a aproximadamente 20 Estados miembro para recuperar y acondicionar más de 4,200 fuentes en desuso. Además, durante ese período, el OIEA ayudó a eliminar 155 fuentes de teleterapia de alta actividad en desuso en 12 países. El OIEA tiene proyectos en curso para fuentes en desuso en otros 15 Estados miembro.28

Los titulares de licencias en los Estados Unidos y la mayoría de los países no están obligados a declarar si las fuentes radiactivas en su poder están en desuso o cuando lo están, ni están obligados a llevar a cabo su disposición inmediata. La disposición puede implicar diferentes opciones según el nivel de actividad en la fuente en desuso y las vías disponibles para manejar de forma segura, tanto tecnológica como físicamente, las fuentes en desuso. Si los proveedores de fuentes ofrecen opciones de reciclaje, determinadas fuentes en desuso pueden devolverse a los proveedores y fabricantes para su reciclaje. Además, una fuente en desuso puede tener suficiente radiactividad

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26 La Oficina del Censo proporciona valores para este cálculo improvisado en su hoja informativa para la ciudad de Nueva York. Ver https://www.census.gov/quickfacts/fact/table/newyorkcitynewyork/PST040219. Al establecer el ingreso per cápita de la ciudad de Nueva York en dólares de 2020, se obtienen $39,580. Una estimación aproximada de la pérdida de productividad por evacuado son los 4 días perdidos divididos por 250 días laborales por año. Estos $633 por el número de evacuados proporcionan la estimación de la pérdida de productividad total.

27 Ver https://osrp.lanl.gov.

28 Ian Gordon, OIEA, presentación al comité el 9 de septiembre de 2020.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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en su interior como para reenvasarla para que se la reutilice en otra aplicación. La reutilización puede implicar transferir la fuente a otro usuario o devolverla a un fabricante que pueda realizar el reenvasado (WINS, 2020a). Las opciones de reciclaje y reutilización se analizan en mayor detalle en la Sección 2.8.1.

La eliminación es la opción de disposición definitiva para las fuentes en desuso que no se pueden reciclar ni reutilizar. Idealmente, al final de su vida útil, los titulares de licencias eliminan de forma segura, tanto tecnológica como físicamente, sus fuentes gastadas en un depósito comercial u manejado o aprobado por el gobierno. Sin embargo, los costos elevados de eliminación, la falta de depósitos adecuados y la orientación insuficiente para la eliminación crean un entorno en el que los usuarios tienen poco o ningún incentivo para eliminar las fuentes selladas en desuso.

En los peores escenarios, algunos eliminan las fuentes de alto riesgo por fuera de los canales regulados al abandonarlas o dejarlas huérfanas. Como se ha demostrado con demasiada frecuencia, las fuentes radiactivas huérfanas pueden terminar mezcladas con chatarra. Los comerciantes y procesadores de chatarra en los Estados Unidos informan cientos de alarmas sobre material sospechoso cada año. El problema es internacional, y el OIEA ha informado que el organismo toma conocimiento de cientos de acontecimientos cada año que involucran fuentes mezcladas con chatarra. Los acontecimientos incluyen Ciudad Juárez, México, en 1983; Goiânia, Brasil, en 1987; Samut Prakarn, Tailandia, en 2000; y, más recientemente, Mayapuri, India, en 2010 (ver la Sección 2.3.1). Estos acontecimientos provocaron como resultado muertes y la exposición de miembros del público (Gasdia-Cochrane, 2018; OIEA, 1988, 2013b).

Si no se detecta una fuente perdida o huérfana antes de que el material reciclado del dispositivo se envíe fuera del sitio, puede ocurrir la exposición de miembros del público. En los últimos 40 años, se han retirado del mercado patas de mesas, botones de elevadores, soportes para cajas de pañuelos descartables, barras de refuerzo, mallas de acero inoxidable y hebillas de cinturones de indumentaria como resultado de la fundición de fuentes radiactivas con cobalto-60 en otros metales. Además de los peligros de la exposición del personal a las fuentes radiactivas, la fusión real de una fuente radiactiva puede provocar pérdidas económicas significativas. En los Estados Unidos, los costos típicos de limpieza oscilan entre $10 millones y $12 millones y pueden llegar a $30 millones (Gasdia-Cochrane, 2018).

El Código de Conducta sobre la Seguridad Tecnológica y Física de las Fuentes Radiactivas del OIEA y sus documentos de orientación para la implementación —Orientación sobre la importación y exportación de fuentes radiactivas (OIEA, 2012b) y Orientación sobre la gestión de fuentes radiactivas en desuso (OIEA, 2018a,b)—brindan asesoramiento sobre las opciones de gestión de las fuentes en desuso al final de su vida útil. El OIEA recomienda que los países cuenten con una política y una estrategia para la gestión de desechos radiactivos, incluidas las fuentes en desuso. Las opciones para gestionar las fuentes en desuso incluyen la reutilización y el reciclaje, la devolución a un proveedor, el almacenamiento o la eliminación. El enfoque de esta sección está en la eliminación; otras opciones se mencionan solo brevemente.

2.8.1 Reutilización y reciclaje

El reciclaje es una forma eficaz de retrasar la eliminación efectiva de una fuente hasta que haya otra opción disponible. Según la Asociación Internacional de Proveedores y Productores de Fuentes, que representa alrededor del 95 por ciento de las fuentes producidas y distribuidas a nivel mundial, el reciclaje es la opción preferida de la industria porque reduce la cantidad de material radiactivo que debe producirse (Fasten, 2012). El reciclaje implica desmontar la fuente y recuperar el material radiactivo como un solo elemento, por ejemplo, cobalto-60, o mezclado o combinado químicamente en más de un elemento, por ejemplo, americio-241/berilio. Los técnicos calificados están capacitados para realizar el procedimiento de manera segura. Con frecuencia, el material recuperado se puede reutilizar en el estado en el que se encuentra después de envasarlo con el mismo tipo de material de otras fuentes en desuso para alcanzar el nivel de actividad necesario para una aplicación en particular. Una fuente reciclada necesita ser reencapsulada, ya sea al sobreencapsularla en una nueva cápsula terciaria o al retirar la cápsula exterior vieja y reemplazarla con una cápsula exterior nueva del mismo diseño o de un diseño diferente. Una opción diferente es destruir por completo la fuente y volver a procesar el material radiactivo y cualquier otro componente valioso (Fasten, 2012).

Reutilizar significa volver a implementar una fuente en la misma aplicación o en una aplicación diferente. No se realiza ningún cambio físico a la fuente y se conserva su identidad original. Esto también pospone la necesidad de eliminar los desechos y le asigna un mejor uso a la fuente, donde tendrá más controles que si se almacena.

Tanto la reutilización como el reciclaje se han implementado de manera eficaz, pero solo abordan un pequeño porcentaje de la gran cantidad de fuentes que deben eliminarse. Existen entidades comerciales que tienen una licencia para procesar algunas fuentes para su reciclaje y reutilización. Organizaciones como la Conferencia de Directores de Programas para el Control de la Radiación (CRCPD) y entidades comerciales pueden facilitar la transferencia y reutilización de algunas fuentes de un titular de licencia a otro.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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2.8.2 Devolución al proveedor

Muchos fabricantes y proveedores de fuentes tienen programas para recoger fuentes en desuso para reutilizarlas o reciclarlas, o para transferirlas a otro titular de licencia. La devolución de una fuente al fabricante o proveedor normalmente requiere un acuerdo previo con el usuario y, en algunos casos, un intercambio de “un producto por otro” en el que el usuario devuelve una fuente en desuso y, al mismo tiempo, compra una fuente para su reemplazo. Esta práctica es común con algunas aplicaciones de fuentes como la radiografía industrial, los irradiadores panorámicos y otros irradiadores que utilizan cobalto-60, teleterapia y braquiterapia. Cuando el usuario reemplaza una fuente gastada por una nueva, normalmente no hay ningún costo por llevar la fuente anterior de regreso.

Devolver una fuente en desuso a un fabricante o proveedor puede seguir siendo un desafío, incluso cuando existe un programa de devolución. Un desafío es que el usuario proporcione documentación del país de origen de la fuente y el lugar donde se llevó a cabo la fabricación. Un segundo desafío surge cuando los fabricantes de fuentes tienen instalaciones de producción en varios países y los diferentes componentes de una fuente se fabrican en instalaciones en distintos países, lo que dificulta determinar a dónde devolver la fuente en desuso. Otros desafíos adicionales son la disponibilidad limitada de contenedores de transporte certificados y el requisito de que las fuentes tengan una certificación de forma especial29 para mostrar qué contenedores pueden transportarlas (Fasten, 2012).

2.8.3 Eliminación

Al final de la vida útil, muchas fuentes radiactivas se clasificarán como desechos radiactivos de bajo nivel de Clase A, B, C o mayores que la clase C (Greater-Than-Class-C, GTCC) de acuerdo con los criterios de clasificación del artículo 61.55 del título 10 del CFR, donde la Clase A es la menos peligrosa y la Clase C es relativamente más peligrosa (ver la Tabla 2.3 para obtener un resumen). Los desechos de las clases A, B y C son apropiados para la “eliminación cerca de la superficie”; para estas clases, hay cuatro sitios de eliminación de desechos de bajo nivel autorizados mediante licencia en los Estados Unidos (U.S. NRC, 2020b):

  • EnergySolutions Barnwell Operations en Barnwell, Carolina del Sur. Este sitio actualmente acepta desechos de Connecticut, Nueva Jersey y Carolina del Sur. Barnwell cuenta con una licencia del estado de Carolina del Sur para eliminar desechos de Clase A, B y C.
  • U.S. Ecology, en Richland, Washington. Este sitio acepta desechos de los convenios del Noroeste y las Montañas Rocosas. Richland cuenta con una licencia del Estado de Washington para eliminar desechos de Clase A, B y C.
  • EnergySolutions Clive Operations en Clive, Utah. Este sitio acepta desechos de todas las regiones de los Estados Unidos. Clive cuenta con una licencia del Estado de Utah solo para gestionar desechos de Clase A.
  • Waste Control Specialists (WCS), LLC, cerca de Andrews, Texas. Este sitio acepta desechos de generadores del Convenio de Texas y generadores externos con permiso del Convenio. WCS cuenta con una licencia del Estado de Texas para eliminar desechos de Clase A, B y C.

El DOE tiene una responsabilidad legal por el desarrollo de la capacidad de eliminación de desechos GTCC, que no se pueden eliminar en las instalaciones comerciales de eliminación de desechos de bajo nivel con licencia actualmente. El DOE ha logrado un progreso significativo hacia el establecimiento de una vía de eliminación para los desechos GTCC, incluidas las fuentes de cesio-137 de actividad más alta utilizadas en irradiadores de la sangre y para investigación. En octubre de 2018, el DOE publicó la evaluación del impacto ambiental de la eliminación de desechos GTCC en la Instalación federal de desechos de WCS ubicada en el condado de Andrews, Texas, y declaró su preferencia de eliminar todo el inventario de desechos GTCC y similares a GTCC en esta instalación (DOE, 2018). Al sitio de WCS cerca de Andrews, Texas, se le permitió aceptar desechos de Clase A, B y C de 34 estados sin una instalación de eliminación comercial.30 Al momento de la redacción de este escrito, no se ha tomado ninguna decisión con respecto a la eliminación de los desechos GTCC.

La orientación actualizada de eliminación de desechos de la U.S. NRC (U.S. NRC, 2015b) permite a los titulares de licencias de material radiactivo eliminar muchas fuentes de cesio-137 de Categoría 2 en instalaciones comerciales de eliminación de desechos radiactivos actualmente en funcionamiento. En particular, en esta orientación, en el caso

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29 Las fuentes radiactivas en forma especial son fuentes en las que la radiactividad está sellada dentro de una cápsula para que sea mucho menos probable que cause contaminación. Las fuentes selladas son ejemplos de material en forma especial. Debido a que son más resistentes y tienen menos probabilidades de tener pérdidas, la cantidad de actividad que se puede transportar en un bulto de Tipo A o Tipo B es mucho mayor para las fuentes en formas especiales que para las fuentes en formas normales, como los líquidos radiactivos y los desechos radiactivos.

30 Ver http://www.wcstexas.com/about-wcs/overview.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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TABLA 2.3 Fuentes más comunes de riesgo significativo y categorización de desechos

Tipo Clase de desecho de la NRC de los EE. UU. en el umbral de la Categoría 1 Clase de desecho de la NRC de los EE. UU. en el umbral de la Categoría 2
Americio-241 GTCC GTCC
Cesio-137 GTCC C
Cobalto-60 B A
Iridio-192 A A

NOTA: Véase la Tabla 1.1 para conocer las actividades umbral de las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 que contienen estos radioisótopos.

FUENTE: Sarah Norris y John Zarling, NNSA, presentación al comité el 9 de septiembre de 2020.

de los radioisótopos de vida más prolongada, como el cesio-137, la concentración promedio en Curie por metro cúbico, no el contenido total en Curie de la fuente en desuso, determina si se puede eliminar en una instalación comercial. La orientación también permite la eliminación comercial de la mayoría de las fuentes de cobalto-60 de Categoría 1 y Categoría 2 como desechos de Clase A o B, debido a su vida media corta. La U.S. NRC tiene una legislación en proceso que examina el potencial para la eliminación de corrientes de desechos GTCC que son cesio y plutonio o americio transuránicos de alta actividad en un depósito de desechos que no sea geológico. Esta legislación, que se encuentra en las etapas iniciales, podría dar lugar al potencial para la eliminación a 30 m de profundidad o más, que está cerca de la superficie pero no a tanta profundidad como para que se la considere eliminación geológica.

La eliminación de fuentes en desuso que contienen americio-241 de origen extranjero actualmente no está permitida en los Estados Unidos. El permiso para la Planta Piloto de Aislamiento de Desechos (Waste Isolation Pilot Plant, WIPP) solo permite la eliminación de material transuránico, como el americio, cuyo origen se puede rastrear hasta programas de producción para la defensa de los EE. UU., tales como los que llevan a cabo la NNSA o sus organismos predecesores. En 2004, las reservas de americio-241 de la NNSA se agotaron y, como resultado, la U.S. NRC permitió la importación de americio-241 de Rusia. Si bien no se sabe exactamente cuánto americio-241 de origen ruso se ha importado a los Estados Unidos, la ORS de la NNSA estima que alrededor de 39,000 fuentes de americio-241 no se pueden eliminar en los Estados Unidos debido a las restricciones legales actuales, que alrededor de 7,500 de estas fuentes se encuentran al final de su vida útil, y que es probable que el número de estas fuentes en desuso aumente a aproximadamente 20,000 en 2025. Si se eliminan las restricciones de la WIPP para la eliminación de estas fuentes en desuso, la NNSA estima que la eliminación solo requeriría una pequeña fracción (aproximadamente 0,003 por ciento) del espacio disponible para la eliminación en la WIPP.31

2.8.4 Desafíos para la eliminación

Existen muchos desafíos para la eliminación de desechos radiactivos en todo el mundo. Los usuarios que se enfrentan a la decisión de adoptar una tecnología alternativa deben determinar qué hacer con la fuente radiactiva que ya no utilizarán. Como se señaló en las secciones anteriores, es posible que algunas organizaciones hayan considerado el ciclo de vida completo de las fuentes radiactivas que poseen y hayan tomado medidas para su eliminación, pero muchas no lo han hecho. Los costos de eliminación pueden ser una razón para la reticencia de una organización a adoptar una tecnología alternativa.

Acceso a una instalación de desechos

El OIEA (2018a) informa que hay pocos países que tienen pleno acceso a instalaciones de eliminación de desechos para fuentes radiactivas en desuso. En el caso de las fuentes radiactivas con vidas medias de menos de 30 años, la mayoría se puede eliminar en instalaciones cercanas a la superficie, y estas se están ubicadas principalmente en países con una industria de energía nuclear. Los países sin industrias de energía nuclear tienden a almacenar las fuentes en desuso en las instalaciones de los usuarios o en una instalación centralizada designada hasta que se pueda construir una instalación de desechos en el futuro. Para las fuentes transuránicas, como el americio-241 y el plutonio-238, la única instalación con licencia en los Estados Unidos es la WIPP, pero como se analizó en la Sección 2.8.3, la WIPP solo tiene licencia para gestionar desechos transuránicos de origen estadounidense relacionados con la defensa y no para material de origen extranjero. Como también se analizó en la Sección 2.8.3, para los desechos de bajo nivel de las Clases A, B y C, en los Estados Unidos hay cuatro sitios con licencia. A diferencia de la mayoría de los países, el sistema de clasificación de desechos de los EE. UU. no tiene la categoría de desechos de “nivel intermedio”.

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31 Sarah Norris y John Zarling, NNSA, presentación al comité el 9 de septiembre de 2020.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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Tanto la República de Corea como Suecia han autorizado mediante licencias y manejado instalaciones de eliminación geológica para desechos de nivel bajo e intermedio con una vida útil corta. Algunos países (Alemania y Suiza) esperan que todos los desechos de nivel bajo e intermedio se eliminen, finalmente, en una instalación geológica profunda y multipropósito que aún no se ha construido.

Garantías financieras

En el párrafo 22 b) del Código de Conducta del OIEA, se establece que los órganos reguladores de los Estados miembro deben “garantizar que se adopten medidas para la gestión y la protección seguras de las fuentes radiactivas, con inclusión de disposiciones financieras cuando corresponda, una vez que hayan dejado de utilizarse” (OIEA, 2004). Se reconoce ampliamente que aquellos que se benefician del uso de una fuente deben pagar por su disposición. En muchos casos, el usuario no ha considerado los costos durante todo el ciclo de vida útil de poseer y usar fuentes radiactivas, que deberían incluir los costos de su eliminación. Una garantía financiera es el reconocimiento y el compromiso por parte del titular de una licencia de que al final de la vida útil de una fuente habrá suficientes recursos para gestionar su disposición segura. La garantía financiera también tiene como objetivo mitigar el riesgo de que los usuarios quiebren antes de cumplir con sus obligaciones de gestionar la disposición.

En los Estados Unidos, el costo de la eliminación de las fuentes se basa principalmente en el volumen y la actividad; cuanto mayor sea la actividad de la fuente, mayor será el precio. Aunque los costos de eliminación de la mayoría de las fuentes por debajo de 1 Ci (37 GBq) oscilan entre $500 y $5,000, los costos de eliminación de fuentes más grandes pueden oscilar entre decenas y cientos de miles de dólares. Además, existen costos de almacenamiento provisorio, empaque y acondicionamiento y de transporte asociados con la eliminación de estas fuentes (DSWG, 2012). Según la ORS, las operaciones de retiro a nivel nacional de fuentes de alta actividad en desuso han oscilado entre $100,000 y $175,000.32 Estos costos están muy por encima de lo que pueden pagar algunos usuarios, como un hospital pequeño, y no se consideraron cuando se compró la fuente o cuando se la recibió como donación. Si bien la mayoría de los países actualmente exigen que se realicen acuerdos de “devolución” entre compradores y proveedores, estos suelen ser solo un compromiso del proveedor de recoger la fuente, en lugar de un compromiso de hacerlo a un costo específico. En consecuencia, muchos usuarios no están preparados para cubrir estos costos de eliminación inesperados o no pueden hacerlo.

Los requisitos actuales de garantía financiera de la U.S. NRC en el artículo 30.35 del Título 10 del CFR, “Garantía financiera y mantenimiento de registros para el desmantelamiento”, no tienen por objeto abordar la eliminación de fuentes selladas, sino que están dirigidos a los titulares de licencias que poseen determinado material de subproducto con una vida media superior a 120 días y niveles de actividad por encima de determinados umbrales para el desmantelamiento de instalaciones que pueden requerir su descontaminación antes de su liberación. Específicamente, con respecto a las fuentes selladas o láminas enchapadas, el artículo 30.35 del título 10 del CFR exige una cantidad fija en dólares ($113,000) para la garantía financiera o un plan de financiamiento del desmantelamiento para los titulares de licencias que poseen material de subproducto con una vida media superior a 120 días y niveles de actividad por encima de determinados umbrales. Los umbrales para los materiales de subproductos sellados en el artículo 30.35 del título 10 del CFR para los cuales se exige una garantía financiera solo se aplican a un subconjunto de fuentes de Categoría 1 y Categoría 2. Esta cantidad fija en dólares para la garantía financiera es inadecuada para los costos de transporte y eliminación de muchas fuentes de Categoría 1 y Categoría 2.

En 2016, el personal de la U.S. NRC presentó ante la Comisión un estudio de determinación del alcance para identificar los factores principales que pueden afectar las decisiones con respecto al desarrollo de requisitos nuevos o modificados y la orientación para la planificación financiera de los materiales de subproductos. El estudio de determinación del alcance mostró que la planificación financiera para la gestión de fuentes radiactivas al final de su vida útil puede garantizar que los costos totales de compra y uso de estas fuentes se consideren adecuadamente. Sin embargo, la implementación de nuevos requisitos llevaría a un aumento de los costos normativos y, según la U.S. NRC, tiene el potencial para afectar negativamente los usos beneficiosos de estas fuentes (U.S. NRC, 2016).

Algunos Estados del Acuerdo ya han implementado requisitos de garantía financiera y límites del tiempo de almacenamiento. Por ejemplo:

  • Texas ha implementado un límite de tiempo de 2 años para el almacenamiento de fuentes selladas en desuso y cobra tarifas a los titulares de licencias para cubrir el costo de recuperación de fuentes huérfanas y abandonadas;33
  • Illinois ha implementado el requisito de garantía financiera para la mayoría de las fuentes;34 y

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32 Sarah Norris y John Zarling, NNSA, presentación al comité el 9 de septiembre de 2020.

33 Disposiciones financieras de Texas para fuentes huérfanas (Código de Salud y Seguridad, subtítulo D, Materiales nucleares y radiactivos, capítulo 401, Materiales radiactivos y otras fuentes de radiación, subcapítulo H, Disposiciones financieras).

34 Illinois tiene requisitos estrictos de garantía financiera para las fuentes (título 32, capítulo II de Energía: Organismo de Gestión de Emergencias, subcapítulo B: Protección contra la radiación, parte 326).

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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  • Florida tiene un fondo fiduciario de protección contra la radiación que cubre todos los costos asociados con la quiebra de los titulares de licencias y las fuentes que quedan huérfanas.35

Algunos países, como Canadá, Francia, Alemania, Suiza y el Reino Unido, han seguido las instrucciones del Código de Conducta del OIEA y exigen el uso de un plan de garantía financiera (Volders y Sauer, 2016). Por ejemplo, los titulares de licencias en Canadá deben dar una garantía financiera, que es un “compromiso tangible” de que tienen suficientes recursos financieros para finalizar de manera segura el uso de fuentes de radiación (CNSC, 2020). Los titulares de licencias pueden cumplir con sus obligaciones de garantía financiera mediante su participación en un programa de seguros administrado por la CNSC. La responsabilidad total del titular de la licencia por el uso de fuentes selladas se calcula de acuerdo con una fórmula que arroja una responsabilidad total proporcional a los costos de la eliminación segura de las fuentes radiactivas al final de su vida útil. Actualmente, las primas anuales oscilan entre $25 y aproximadamente $4,500 (CNSC, 2020).

Contenedores de envío

Un desafío histórico para los esfuerzos de eliminación de desechos para fuentes de alta actividad es la disponibilidad limitada de contenedores de Tipo B autorizados (denominados bultos por el OIEA) necesarios para transportar las fuentes desde el titular de la licencia hasta la instalación de eliminación segura. Durante la última década, la NNSA ha completado el desarrollo, las pruebas y la certificación de dos nuevos bultos de transporte: el bulto 435-B Tipo B y el bulto 380-B Tipo B. El bulto 435-B Tipo Bes liviano, fácil de transportar y capaz de transportar una variedad más amplia de dispositivos radiactivos en comparación con otros bultos. El bulto 380-B puede transportar dispositivos que son un desafío para otros bultos disponibles actualmente. El primer retiro de una fuente mediante el uso del bulto 435-B Tipo B se completó en marzo de 2018 en un hospital que reemplazó un irradiador de cesio-137 por medio del CIRP (ver la Figura 2.4). Se espera que el uso del bulto 380-B Tipo B

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FIGURA 2.4 Recuperación de un irradiador autoprotegido de cesio-137 utilizando un paquete 435-B Tipo B.
FUENTE: Departamento de Energía.

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35 Florida tiene un Fondo Fiduciario de Protección contra la Radiación del 5 por ciento de la tarifa anual de otorgamiento de licencias e inspección para cubrir el costo del abandono de materiales radiactivos, el incumplimiento de obligaciones legales y la insolvencia (64E-5.206, artículos 404.122 y 404.131 (2)).

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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comience en la primavera de 2021. El costo de estos bultos es muy elevado; la NNSA señala que el precio del bulto 380-B Tipo B es de $1.5 millones (NNSA, 2019). El costo del arrendamiento es de decenas de miles de dólares.

La NNSA ha puesto a disposición un bulto 435-B Tipo B para uso nacional y ha proporcionado uno al OIEA para ayudar en el retiro de fuentes en todo el mundo. Este bulto, debido a su diseño más pequeño y liviano, facilita su traslado en países con menos recursos. Si bien esto ayuda a reducir el costo de transporte, ese costo sigue siendo elevado y agrega una suma sustancial a los costos totales de eliminación. Existe la necesidad de identificar varios otros bultos para envíos de Tipo B certificados internacionalmente que tendrían una aplicabilidad generalizada para las fuentes en desuso.

2.8.5 Programas de eliminación

En los Estados Unidos, algunos pocos programas patrocinados por el gobierno, como el Programa de Recuperación de Fuentes Fuera del País de Origen (Off-Site Source Recovery Program, OSRP), ayudan a sufragar el costo de eliminación de las fuentes, lo que permite a los titulares de licencias registrar las fuentes para su eliminación a un costo subsidiado más bajo. El OSRP está patrocinado por la NNSA y se implementa a través del Laboratorio Nacional de Los Álamos y el Laboratorio Nacional de Idaho. El alcance inicial del programa incluía fuentes selladas que comprendían desechos radiactivos GTCC y luego se amplió para que incluyera la recuperación de fuentes emisoras de rayos beta y gamma. Una vez registradas en el programa, se asigna prioridad a las fuentes para la eliminación de desechos según el radionucleido, la actividad y otros factores, como, por ejemplo, si la fuente está intacta o tiene pérdidas. Algunas fuentes tienen una prioridad mayor para su retiro en función de cuestiones de seguridad tecnológica o física (p. ej., cesio-137 y plutonio-238). En total, hasta enero de 2021, el OSRP ha recuperado más de 41,000 fuentes ubicadas en los Estados Unidos y más de 3,400 a nivel internacional de más de 1,250 sitios.36 Más de 3,500 de esas fuentes son de Categoría 1 y Categoría 2 (Itamura et al., 2018). El ORS también facilita los retiros internacionales al compartir su experiencia, por ejemplo, a través de grupos asesores sobre planificación de retiros y la capacitación a proveedores de servicios sobre el empaque.

La NNSA también proporciona fondos para el programa de Recolección de Fuentes y Reducción de Amenazas (Source Collection and Threat Reduction, SCATR), que es administrado por la CRCPD. El programa SCATR tiene como objetivo reducir la huella del material radiactivo en desuso o no deseado almacenado en las instalaciones de los titulares de licencias al proporcionar asistencia con respecto a su disposición. El programa SCATR también ofrece incentivos financieros para la eliminación de fuentes de Clase A, B y C con acceso a una instalación de eliminación comercial en forma de apoyo por medio del pago de costos compartidos para el empaque, el transporte y la eliminación. Las fuentes comunes elegibles para SCATR se utilizan en aplicaciones médicas e industriales, como calibración, braquiterapia, radiografía y medidores de densidad. El programa SCATR ha recolectado y eliminado más de 30,000 fuentes desde su creación en 2007.

A pesar de las contribuciones obvias de los programas OSRP y SCATR, existe la preocupación de que estos programas también desmotiven involuntariamente a los usuarios y hagan que no asuman la responsabilidad de los costos asociados con la eliminación de sus fuentes en desuso y que, en cambio, dependan del gobierno para que este contribuya al pago de los costos. A medida que las opciones comerciales para la eliminación de las fuentes en desuso de Categoría 1 y Categoría 2 estén más disponibles, el acceso a la eliminación subsidiada podría volverse limitado.

A nivel internacional, existen varios otros programas para identificar opciones viables para la eliminación de desechos para las fuentes en desuso y para garantizar que todos los países tengan acceso a la eliminación de las fuentes radiactivas en desuso. Actualmente, algunos países eliminan las fuentes en desuso junto con otros desechos radiactivos. Los países con programas de energía nuclear han desarrollado instalaciones de eliminación de desechos radiactivos cerca de la superficie para desechos de nivel bajo e intermedio. Sin embargo, la actividad específica de muchas fuentes excede los criterios de aceptación de desechos para dichas instalaciones. Los países sin programas de energía nucleoeléctrica están investigando la eliminación en pozos de perforación (normalmente de 100 m de profundidad) como una posible opción para la gestión de las fuentes en desuso de vida prolongada y actividad alta (ver la Figura 2.5). El concepto de eliminación en pozos de perforación implica la colocación de desechos radiactivos sólidos o solidificados en una instalación diseñada mediante ingeniería de diámetro relativamente angosto perforada y manejada directamente desde la superficie. Las evaluaciones genéricas de seguridad posteriores al cierre con el uso de diferentes escenarios y radionucleidos han demostrado que la eliminación en pozos de perforación proporciona un grado apropiado de seguridad a largo plazo. El OIEA (2003b) ha resumido las consideraciones de seguridad y de otra índole en la eliminación de fuentes radiactivas selladas en

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36 Ver https://osrp.lanl.gov/images/Maps/Recoveries_to_Date.pdf.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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FIGURA 2.5 Sección transversal de la zona de eliminación dentro del pozo de eliminación.
FUENTE: OIEA, 2020b. Reproducido con permiso del OIEA.

desuso en instalaciones de pozos de perforación. Hay una iniciativa en marcha con dos países, Ghana y Malasia, para desarrollar e implementar esta metodología para la eliminación de desechos. Actualmente, este es un programa piloto, y se prevé que el concepto se desarrollará y estandarizará aún más para su uso en países que no tienen energía nuclear y no tendrán una instalación para desechos a gran escala (van Marcke, 2019).

Muchos países de ingresos bajos y medios no pueden priorizar la gestión de las fuentes de mayor actividad en desuso, incluida su eliminación. El OIEA ha brindado asistencia técnica y financiera para eliminar las fuentes de alta actividad en desuso en muchos países mediante iniciativas de repatriación o reciclaje. Por lo general, estas actividades se financian con donaciones de países de ingresos más altos al Fondo para la Seguridad Nuclear y a través de los programas de cooperación técnica. Por ejemplo, en 2018, el OIEA ayudó a retirar 27 fuentes altamente radiactivas en desuso de cinco países de América del Sur. Estas fuentes se utilizaban principalmente para fines médicos y de esterilización; algunas estuvieron en desuso y almacenadas en hospitales durante más de 40 años (OIEA, 2018a). Como se mencionó anteriormente, el OSRP de la NNSA también está ayudando a países a eliminar las fuentes en desuso. Por ejemplo, el programa ayudará con el desmantelamiento y el retiro de tres fuentes de cobalto-60 que actualmente están almacenadas en un hospital en Guatemala. Otros países, incluidos Canadá, Francia y Alemania, también brindan asistencia directa a países de ingresos bajos y medios para el retiro de fuentes radiactivas.

En virtud de un proyecto multianual e interregional de cooperación técnica del OIEA, denominado Gestión de las Fuentes Radiactivas desde la Cuna hasta la Tumba, el OIEA proporciona capacitación y asistencia para la gestión de fuentes radiactivas en desuso a los países que participan en él. El OIEA alienta enfáticamente a los países a que establezcan opciones para la gestión de las fuentes al final de su vida útil antes de comprar una fuente nueva y ha desarrollado programas para ayudar a los países a comprender las opciones disponibles para la eliminación de desechos y determinar qué opción es la mejor para su inventario de fuentes en desuso (Yusuf, 2020).

2.9 CAPÍTULO 2: HALLAZGOS Y RECOMENDACIONES

Hallazgo 1: Las fuentes radiactivas continúan utilizándose extensamente, tanto a nivel nacional como internacional, para aplicaciones médicas, de investigación, esterilización y otras aplicaciones comerciales. Durante los últimos 10 a 15 años, no han surgido nuevas aplicaciones de fuentes radiactivas de alto riesgo (Categoría 1 y Categoría 2) y de riesgo moderado (Categoría 3). Una de las aplicaciones de las fuentes de Categoría 1, el uso de generadores termoeléctricos de radioisótopos para energía terrestre, se ha eliminado gradualmente.

Los radioisótopos utilizados sobre todo en aplicaciones médicas, de investigación y comerciales que se analizan en este informe son el cobalto-60, el cesio-137, el iridio-192 y el americio-241. Aproximadamente el 90 por ciento de la actividad de estos radioisótopos (en particular, el cobalto-60 y el cesio-137) se utiliza en fuentes de Categoría 1 y

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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Categoría 2 para la irradiación de la sangre, investigación, radioterapia, esterilización y otras aplicaciones industriales. La mayor parte del resto de la actividad de estos radioisótopos se usa en fuentes de Categoría 3 para braquiterapia de alta tasa de dosis, medidores industriales, registro de pozos y otras aplicaciones. El uso de fuentes radiactivas para RTG para energía terrestre se ha eliminado gradualmente. Sin embargo, los RTG continúan utilizándose en la exploración espacial.

Hallazgo 2: El gobierno de los Estados Unidos y la comunidad internacional han implementado acciones para fortalecer la seguridad de las fuentes radiactivas y la responsabilidad por ellas. Estas acciones se enfocan principalmente en las fuentes de alto riesgo (Categoría 1 y Categoría 2) debido a su mayor potencial para causar efectos deterministas en las personas que las manipulan o entran en contacto con ellas. La seguridad de las fuentes de Categoría 3 y la responsabilidad por ellas tienen una prioridad menor debido a su potencial menor para causar efectos deterministas.

La U.S. NRC aumentó sus regulaciones de seguridad para las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 en 2013 al promulgar la parte 37 del título 10 del CFR, que describe los requisitos en cuanto a la seguridad física, el monitoreo de fuentes, la verificación de los antecedentes del personal, el plan de seguridad para las instalaciones, la protección, capacitación y documentación de las fuerzas del orden locales. La parte 37 no se aplica a las fuentes de Categoría 3, porque se consideran menos riesgosas según el sistema de clasificación de fuentes del OIEA y el sistema normativo de la U.S. NRC, que se basan en el potencial de las fuentes para causar efectos deterministas en la salud de una persona que manipula o entra en contacto con ellas, si estas fuentes no se gestionan o protegen de forma segura. A pesar de haber revisado la pertinencia de contar con regulaciones más estrictas para las fuentes de Categoría 3 al menos tres veces en los últimos 10 a 15 años, la U.S. NRC mantiene la posición de que no se necesitan medidas de seguridad adicionales para las fuentes de Categoría 3.

Hallazgo 3: En los Estados Unidos, el seguimiento de las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 es llevado a cabo por el Sistema Nacional de Seguimiento de Fuentes, una base de datos centralizada no pública mantenida por la Comisión Reguladora Nuclear de los EE. UU. desde 2008. El número de fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 ha aumentado en los últimos 12 años en aproximadamente un 30 por ciento.

El seguimiento de las fuentes radiactivas aumenta la responsabilidad por estas fuentes tanto para los titulares de licencias como para el regulador. En la actualidad, la U.S. NRC realiza un seguimiento de aproximadamente 80,000 fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 desde el momento en que se fabrican o importan hasta el momento en que se eliminan o exportan o hasta que se desintegran hasta quedar por debajo de la Categoría 2. De esas fuentes, alrededor del 52 por ciento son fuentes de Categoría 1. El número de fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 combinadas en 2009 fue de 60,000. Debido a que no existen requisitos de presentación de información para las fuentes de Categoría 3 en el NSTS, la U.S. NRC no tiene información sobre el número de estas fuentes con licencia en los Estados Unidos. Sobre la base de una recopilación de datos voluntaria realizada por única vez antes de 2008, y dando por sentado que en la producción y el uso hay tendencias similares a las de las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2, hoy en día, es probable que haya más de 10,000 fuentes de Categoría 3 en los Estados Unidos.

Hallazgo 4: Las medidas de seguridad menos estrictas y la falta de seguimiento nacional e internacional de las fuentes de Categoría 3 las hacen vulnerables a las transacciones no autorizadas y los robos.

La U.S. NRC ha informado que, desde la implementación de la parte 37 del título 10 de CFR, el número de robos de fuentes de Categoría 1 y Categoría 2 ha disminuido. El organismo también ha informado que la implementación del NSTS ha mejorado la capacidad de los reguladores para llevar a cabo inspecciones e investigaciones y verificar la posesión y el uso legítimos de las fuentes rastreadas. En ausencia de estas medidas de seguridad y de un sistema de seguimiento nacional para las fuentes de Categoría 3, tanto en los Estados Unidos como a nivel internacional, las fuentes de Categoría 3, muchas de las cuales son portátiles, son más vulnerables a las transacciones no autorizadas y los robos en comparación con las fuentes de Categorías 1 y 2.

Hallazgo 5: Los análisis recientes del modelado de acontecimientos radiológicos concluyeron que emisiones pequeñas de radiación y exposiciones pequeñas de poblaciones a la radiación por debajo de los niveles que pueden causar efectos deterministas pueden tener consecuencias económicas graves y a largo plazo. Varios acontecimientos radiológicos de la vida real respaldan esta conclusión. Un sistema de seguridad que se base únicamente en los efectos deterministas de las fuentes radiactivas puede proporcionar un nivel de protección inadecuado para la sociedad.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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Los análisis de Sandia informaron que las fuentes de Categoría 3, si se usan en un RDD, pueden tener consecuencias económicas significativas comparables a las de una fuente de Categoría 1. El accidente de la central nuclear Fukushima Daiichi de 2011 en Japón y el incidente de 2019 ocurrido durante la recuperación de la fuente sellada en la University of Washington en Seattle son dos acontecimientos de tamaño muy diferente en términos de las cantidades de material radiactivo liberado y el área terrestre contaminada, pero ambos demostraron los impactos socioeconómicos negativos cuando no hay muertes inmediatas por la exposición a la radiación. La recuperación de la fuente radiactiva en la University of Washington mostró que la respuesta, limpieza y remediación de solo 1 Ci (37 GBq) de cesio-137 (una cantidad inferior a la de la Categoría 3) puede costar más de $100 millones.

Recomendación A: El Organismo Internacional de Energía Atómica, la Comisión Reguladora Nuclear de los EE. UU. y otras organizaciones deberían considerar la posibilidad de reestructurar sus esquemas de clasificación de fuentes para tener en cuenta tanto (a) los impactos probabilísticos en la salud, p. ej., el desarrollo de cáncer más adelante en la vida, como (b) los impactos económicos y sociales. Esta reestructuración llevaría a una descripción más holística del riesgo general, que incluiría las consecuencias posibles en caso de que las fuentes no se gestionen o protejan de forma segura.

Desde que se implementó el sistema de clasificación del OIEA en 2003, se han logrado avances significativos en la comprensión y cuantificación de los impactos probabilísticos en la salud y los impactos socioeconómicos de los acontecimientos en los que intervienen fuentes radiactivas. De hecho, varios países, incluido los Estados Unidos, han desarrollado metodologías para cuantificar estos impactos como parte de su planificación de respuesta ante emergencias radiológicas. Aunque los impactos proyectados pueden variar significativamente según los escenarios considerados y los aportes y suposiciones de los modelos, esto no los hace menos importantes. El OIEA, la NRC de los EE. UU. y otras organizaciones deben incorporar los impactos probabilísticos en la salud y los impactos económicos y sociales en sus análisis de riesgo de las fuentes y, posteriormente, en sus esquemas de categorización para abordar plenamente las consecuencias para la sociedad si una fuente radiactiva no se gestiona ni se protege de forma segura. Estos análisis más holísticos podrían demostrar que es necesario ajustar los umbrales numéricos actuales de actividad de la fuente que definen los límites inferiores para las fuentes radiactivas.

Recomendación B: El Organismo Internacional de Energía Atómica, la Comisión Reguladora Nuclear de los EE. UU. y otras organizaciones deberían realizar cambios en su orientación sobre seguridad y seguimiento de fuentes en función del resultado de la reestructuración propuesta en la Recomendación A.

Tras la reestructuración del sistema de categorización de fuentes radiactivas tal como se indica en la Recomendación A, es probable que el OIEA, la NRC de los EE. UU. y otras organizaciones necesiten realizar ajustes en sus guías y regulaciones de seguridad y seguimiento de fuentes para que las fuentes que presenten riesgos elevados en términos de impactos deterministas, estocásticos y económicos y sociales estén estrictamente regulados.

Recomendación C: en paralelo, la Comisión Reguladora Nuclear de los EE. UU. debe introducir gradualmente el seguimiento de las fuentes de Categoría 3 en el Sistema Nacional de Seguimiento de Fuentes existente. Dicho seguimiento proporcionaría una contabilidad más precisa en el inventario nacional de las fuentes de Categoría 3 y aumentaría la responsabilidad por ser propietario de estas fuentes y regular su uso. El gobierno de los EE. UU. debería tomar decisiones informadas sobre las mejoras de seguridad posibles para las fuentes de Categoría 3 en las instalaciones donde se encuentran estas fuentes.

La adopción de las Recomendaciones A y B por parte del OIEA, la NRC de los EE. UU. y otras organizaciones, en caso de tener éxito, llevaría mucho tiempo, al menos 5 años, ya que las organizaciones tendrán que recibir la aceptación de varias partes interesadas y seguir sus procesos de preparación de guías o reglamentaciones. Sin embargo, el comité considera que es necesario adoptar de inmediato algunas medidas para mejorar la responsabilidad y la seguridad de las fuentes de Categoría 3. El seguimiento de las fuentes de Categoría 3 mediante el NSTS es un paso hacia ese objetivo.

Con más de una década de historia de funcionamiento, el NSTS ha demostrado que puede seguir con éxito las fuentes de Categoría 1 y Categoría 2. Su ampliación para incluir fuentes de Categoría 3 agregaría cierta carga administrativa a la NRC de los EE. UU. y a los titulares de licencias, pero los beneficios superan los desafíos.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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Hallazgo 6: El objetivo para la reducción de riesgos del gobierno de los EE. UU. de reemplazar las fuentes radiactivas con alternativas no radioisotópicas no se logrará hasta que las fuentes en desuso se retiren y eliminen adecuadamente. Los altos costos de la eliminación y las opciones, los recursos y la orientación limitados para su eliminación a nivel nacional e internacional pueden resultar prohibitivos tanto para la adopción de alternativas como para la eliminación adecuada de las fuentes radiactivas al final de su vida útil.

Existen muchos desafíos para la eliminación de desechos radiactivos en todo el mundo. Los usuarios que se enfrenten a la decisión de adoptar una tecnología alternativa deberán determinar qué hacer con la fuente radiactiva que ya no utilizarán. Algunas organizaciones pueden haber considerado el ciclo de vida completo de las fuentes radiactivas que poseen y haber hecho arreglos para su eliminación, pero muchas no lo han hecho. Los altos costos de eliminación, la falta de depósitos adecuados y la orientación insuficiente para la eliminación crean un entorno en el que los usuarios tienen poco o ningún incentivo para eliminar las fuentes selladas en desuso. Estos desafíos también pueden ser una razón para la reticencia de una organización a adoptar una tecnología alternativa.

La evidencia anecdótica sugiere que solo una fracción de las fuentes que se reemplazan se eliminan de manera adecuada. Las fuentes restantes normalmente se almacenan en las instalaciones del titular de la licencia, porque no hay una vía de eliminación disponible o los costos de eliminación son altos y no pueden ser asumidos por el titular de la licencia. En esos casos, la introducción de una tecnología alternativa puede aumentar los riesgos de seguridad en lugar de reducirlos.

Recomendación D: la Comisión Reguladora Nuclear de los EE. UU. debe ampliar sus requisitos actuales en materia de garantías financieras para asegurar que cubran adecuadamente la gestión al final de la vida útil de las fuentes radiactivas con una licencia reciente. El gobierno de los EE. UU. también debería desarrollar e implementar una estrategia nacional para la gestión al final de la vida útil de las fuentes radiactivas de Categoría 1 y Categoría 2 con propietarios actuales y huérfanas y debería considerarla para las fuentes de Categoría 3.

Se reconoce ampliamente que quienes se benefician del uso de la fuente radiactiva deben ser responsables de su eliminación. Si bien los requisitos actuales de garantía financiera de la NRC de los EE. UU. abordan las fuentes selladas, son inadecuados para cubrir los costos actuales de eliminación. Los requisitos actuales de garantía financiera de la NRC de los EE. UU. están dirigidos principalmente a los titulares de licencias que poseen cierto material de subproducto (sin sellar) con una vida media superior a 120 días y en niveles de actividad superiores a ciertos umbrales para el desmantelamiento de instalaciones que pueden requerir la descontaminación antes de su liberación. La NRC de los EE. UU. debe ampliar sus requisitos actuales de garantía financiera para asegurar que los titulares de licencias que consideren comprar nuevas fuentes comprometan suficientes recursos financieros para deshacerse de las fuentes radiactivas al final de su vida útil.

Aunque la aplicación de requisitos de garantía financiera para las nuevas fuentes es factible de implementar, la aplicación retroactiva de estos requisitos es menos factible. Pocos usuarios podrían haber anticipado los altos costos de eliminación. Para eliminar estas fuentes de manera segura, se necesita la asistencia del gobierno en forma de apoyo técnico, subsidios y otros medios. El Programa de Recuperación de Fuentes fuera del País de Origen y el Programa Recolección de Fuentes y Reducción de Amenazas son ejemplos de programas exitosos de gestión del final de la vida útil de las fuentes radiactivas. Como parte de la estrategia nacional recomendada para eliminar de manera segura las fuentes radiactivas, el gobierno de los EE. UU. necesitaría identificar soluciones para repatriar y eliminar las fuentes que actualmente no se pueden repatriar ni eliminar debido a las regulaciones existentes.

Suggested Citation:"2 Usos, riesgos y control de las fuentes radiactivas." National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2022. Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies: Spanish Version. Washington, DC: The National Academies Press. doi: 10.17226/26456.
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Radioactive Sources: Applications and Alternative Technologies assesses the status of medical, research, sterilization, and other commercial applications of radioactive sources and alternative (nonradioisotopic) technologies in the United States and internationally. Focusing on Category 1, 2, and 3 sources, this report reviews the current state of these sources by application and reviews the current state of existing technologies on the market or under development that are or could be used to replace radioisotopic technologies in those applications. Radioactive Sources will support existing and future activities under the National Nuclear Security Administration Office of Radiological Security program to reduce the use of high-risk radiological materials in commercial applications.

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